Pepe Mel: “Estamos en deuda con la gente”

“La semana ha sido corta, gracias a Dios”. Esta frase lanzada por Pepe Mel en la rueda de prensa previa al duelo ante el Málaga resume el sentir de todo el tinerfeñismo tras la dura goleada sufrida en el Nuevo Los Cármenes el pasado sábado. “Estamos en deuda con la gente y es una vergüenza tenerles que pedir algo”, añadió el técnico madrileño.

Para el madrileño, el encuentro de este jueves servirá “para lavar la imagen y todo lo que hicimos mal en Granada. Se trata de jugar al fútbol, pero tenemos que mejorar muchas cosas, pues en el último partido no hicimos nada bien”, insistió. “Ahora tendremos que intentar desbaratar a un equipo bien entrado y seguro como es el Málaga”, avisó.

Es que Mel sigue ‘rascado’ por el “sopapo” del pasado fin de semana. “La gente que fue a Granada el otro día se marchó muy enfadada, pues se pagaron todo de su bolsillo y nosotros no le ofrecimos nada. Quiero que, cuando acabe el próximo partido y los jugadores vayan a aplaudir, la afición responda con lo mismo, pues eso significaría que le gustó lo que vio”.

Para este partido, el míster recupera a Sergio González tras cumplir sanción, a Yanis y espera poder contar con Bodiger “si la naturaleza lo permite”, ya que está a punto de ser padre. Del resto de lesionados, habrá que seguir esperando. “Las noticias no son muy halagüeñas”, se lamentó. “Esperaba que lo de Maikel Mesa no fuera nada pero tiene un pequeño edema y su baja se va a alargar. A Teto y a Cantero hay que esperarlos, como muy pronto, para el Mirandés”, informó.

También se le preguntó por su etapa en el Málaga, club al que llegó en una situación similar a la actual. “Aquí, desde que he llegado, la gente tiene más confianza en lo que digo y en lo que hago. Yo llegué allí en una situación muy difícil tanto deportiva como institucional y me destituyeron a falta de 20 partidos. Por estadio, ciudad y afición, el fútbol español necesita que el Málaga esté en Primera. La situación aquí puede que sea fea, pero todos a mi alrededor estamos tirando para el mismo lado”, relató.

Por último, se disculpó de sus declaraciones tras la derrota en Granada donde había dicho que a sus jugadores les iba a “meter el dedo en el culo para que espabilen”. Aseguró que se considera una persona empática y afectuosa, y que no quiso ofender a nadie, “aunque seguramente no fue la mejor expresión y pido perdón por ello. Sea como sea, todo el mundo entendió que quería decir que mis jugadores tenían que reaccionar”.

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