Pellicer, eslabón clave en la elección del director deportivo
El Málaga mantiene su confianza en el entrenador y, aunque alguno de los candidatos a director deportivo ha mostrado su voluntad de hacer un cambio en el banquillo, desde el club deslizan que la idea no ha cambiado y el de Nules seguirá al frente del equipo.
El director general del Málaga, Kike Pérez, se ha pasado las últimas semanas asegurando que Sergio Pellicer será el entrenador del Málaga la próxima temporada sea quien sea el director deportivo. Y que no llegaría al club ningún responsable deportivo que no estuviese de acuerdo con esa postura. Y desde el club deslizan que esa postura no ha variado a pesar de que dentro del casting para la dirección deportiva que está llevando a cabo el Málaga, hay quien no ve con buenos ojos la continuidad del actual técnico blanquiazul y recomienda empezar un proyecto desde cero y con un nuevo entrenador al mando.
El futuro de Pellicer es el eslabón clave de toda negociación. El Málaga se mantiene muy firme en que el entrenador ideal es el de Nules. Su conocimiento de los jugadores que ya tienen un pie en el primer equipo y del resto de integrantes de la cantera juega y mucho a su favor. En Primera RFEF es obligatorio contar en plantilla y con ficha con siete jugadores Sub-23, por lo que el papel de los jóvenes canteranos va a cobrar aún mayor relevancia.
Así las cosas, el actual entrenador está en el centro de cualquier conversación con los candidatos a liderar el proyecto deportivo blanquiazul. Alguno ya ha mostrado su disconformidad con su continuidad y está por ver si Kike Pérez y José María Muñoz mantienen la convicción que tenían hace un mes.
Loren Juarros gusta mucho. También Javier Recio y hay alguna opción más en la recámara. La pelota está en el tejado del Málaga. Y está también por ver qué piensa Pellicer de todo esto. El preparador blanquiazul sigue inmerso en lo puramente deportivo. El descenso aún no es matemático y por ello trata de tener a la plantilla metida al cien por cien en intentar ganar los dos partidos que restan y esperar un milagro.