Paulino Rivero, nuevo presidente
“El corazón le ganó la partida a mi cabeza y por eso acepto este reto”, comentó el sucesor de Miguel Concepción, quien dejó el cargo tras casi 17 años de mandato.
Paulino Rivero Baute (El Sauzal, 1952) es el nuevo presidente del Tenerife tras la celebración de la Junta General extraordinaria de Accionistas que tuvo lugar en el Hotel Escuela de Santa Cruz. El que fuera presidente del Gobierno de Canarias se convierte así en el 22º mandatario de la historia del club y sucede a Miguel Concepción, quien llevaba en el cargo casi 17 años.
“Por primera vez en mi vida, el corazón le ha ganado la partida a mi cabeza”, reconoció el ya nuevo máximo mandatario blanquiazul. “Fue mi pasión por este escudo y estos colores lo que al final hizo que aceptara este reto”, aseguró el directivo. “Tenemos que hacer que este equipo sea de todos los municipios, que no caigamos antipáticos”.
A Paulino le acompañarán en su consejo de administración Conrado González Bacallado, Samuel Gómez Abril (ambos estaban también con Concepción), Juan Guerrero, Santiago Pozas Arjona y Alba Aula Méndez. “Nuestro objetivo es que en los próximos cinco años, el club pueda estar en Primera División y para eso tenemos que tener recursos”, comentó Rivero.
Se trata de una persona muy vinculada al Tenerife. De hecho, fue uno de los impulsores de la denominada ‘Reunión de La Ermita’ donde un numeroso grupo de empresarios se juntó con el fin de evitar la desaparición del club. Paulino fue quien animó a Miguel Concepción –máximo accionista por entonces- para que se hiciera cargo de la presidencia, algo que finalmente sucedió. El directivo palmero llevaba desde febrero de 2006.
“Para nosotros es fundamental el trabajo de la cantera”, afirmó el nuevo presidente. “No lo decimos de cara a la galería, es una necesidad para poder ser sostenibles. El mercado complejo del fútbol dice que hay que formar jugadores para poder luego venderlos en el mercado. Es una tarea compleja, pero ligada al objetivo de ascender a Primera”.
Antes de este hecho histórico para la entidad, se aprobaron las cuentas del curso con casi el cien por ciento del accionariado presente. “Me voy con la satisfacción del deber cumplido”, fueron las últimas palabras del presidente saliente antes de dejarle paso a los aires frescos de Paulino Rivero.