Paso en corto hacia el objetivo del Oviedo

La fiesta que se vivió en el Carlos Tartiere desde horas antes de que empezara el choque, con recibimiento multitudinario al equipo incluido, acabó con la sensación agria que dejó el empate del Mirandés a los 87 minutos de partido. Gabri Martínez silenció al Tartiere en un remate en el área tras un mal balance defensivo cuando los de Carrión ya tocaban con los dedos la tercera victoria consecutiva, que les hubiera asentado en los puestos de play-off de ascenso y hubiera acercado el ascenso directo a tan solo un punto de distancia.

No pudo ser, el equipo se conformó con un punto que supo a poco, como reconocería poco después un Luis Carrión “enfadado”, tanto con él mismo como con sus futbolistas, como así explicó ante los medios. Pero al menos, el Oviedo puede decir que pasará otra semana metido entre los seis primeros.

La derrota del Racing en El Plantío en el último suspiro y el empate en La Romareda entre Zaragoza y Elche hace que los azules mantengan la sexta plaza, empatados ahora con el Sporting aunque los rojiblancos con mejor golaverage particular.

“Ahora no le doy mucho valor al punto. Habíamos hecho algo difícil, que era ponerse por delante. Todos nos jugamos mucho. La segunda parte me deja mal sabor de boca porque no me ha gustado el equipo. Hubiéramos pensado que esta situación era la hostia hace un tiempo. Ha sido más demérito nuestro que mérito de ellos”, explicó Carrión como conclusión de lo que sentía él mismo y el vestuario.

Seoane, que fue quien abrió el choque con un buen tanto de cabeza justo antes del descanso, es de los que se manifiesta en el mismo sentido que el entrenador, lamentando la ocasión perdida pero invitando a todos a mirar hacia adelante y pensar ya en e siguiente rival liguero. No le queda otra a los hombres de Carrión ya que con solo 7 jornadas por delante no hay tiempo para lamentos. “Nos vamos con un sabor de boca muy amargo”, resumió el centrocampista, al que le está tocando hacer de sustituto de Santi Cazorla durante su lesión.

“Teníamos la ilusión de los tres puntos. Lo tuvimos en la mano, pero por falta de seguir atacando. El Mirandés nos ha encerrado y han conseguido el empate. Todavía queda bastante y nos tiene que servir de aprendizaje”, explicó Seoane, que cerró su intervención señalado que “hay que saber manejar los nervios. Pueden entrar cuando el equipo rival te empieza a generar ocasiones, pero tenemos que tener clara nuestra idea de juego”.

Sin Luismi para Cartagena

Así que al equipo no le queda otra que pasar página rápido y penar ya en el siguiente duelo, el que les enfrentará el lunes que viene en Cartagonova al conjunto de Julián Calero que sigue peleando por escapar de los puestos de descenso a Primera Federación. No podrá contar Carrión para la cita con Luismi, que salió lesionado del choque ante el Mirandés y aunque se ha logrado evitar una lesión grave sí se perderá los próximos encuentros ligueros del Oviedo.