Pareció hasta fácil
No es prepotencia, es la sensación que me dejó el partido. El Racing, aunque no mató el partido, no sufrió para llevarse la victoria. Los racinguistas empezaron muy bien y antes del minuto 10 ya iban 1-0. El balón de un lado a otro, le llega a Mantilla, se la filtra a Andrés Martín, buen control orientado y al jaulón. Muy sencillo. Al menos así lo pareció.
Pero la lectura va más allá y es que José Alberto se sabía la lección y así instruyó a sus pupilos durante la semana. Es incuestionable que el asturiano tiene muy trabajado a su equipo. Se vio la temporada pasada (encontró un barco a la deriva y lo transformó en un buque con números de Play Off, y casi sin fichajes) y se ve ahora. Le entregó la posesión al Amorebieta y que cayeran en la trampa. Y cayeron. Los de Haritz Mujika iniciaban en corto desde atrás, Peque tapaba a Carbonell, abrían a banda y Germán (o sus compañeros) la despejaban.
Según Opta, al Racing le bastó con un 41,1% de la posesión para ganar y generar más ocasiones de peligro (una de Iñigo Vicente a la cruceta, sin ir más lejos). Del Amore, que sólo se echó hacia arriba en los últimos minutos, sólo un disparo de Álex Carbonell desde 25 metros obligó a Jokin Ezkieta a intervenir.
Desde atrás
Dice el refranero futbolístico que los equipos se construyen desde atrás. En el Racing 2023/2024, la cosa también parece ser así. La defensa y la portería son las dos únicas líneas que Mikel Martija y José Alberto no han reforzado. Juan Gutiérrez, que estuvo cedido en el Ceuta y al que no se le pudo encontrar una cesión satisfactoria en Primera Federación, ha sido la única cara nueva.
Y los números atrás no pueden ser mejores (entiéndanme la expresión). 6 partidos y sólo 3 goles encajados, con 4 puertas a 0. Al bravo nivel de Jokin Ezkieta, que fue el mejor en Elche, se le suma que los laterales están potenciando sus virtudes y ocultando sus carencias. Mantilla ahora reparte asistencias y a Saúl no hay quien lo sobrepase. Pero no sólo eso, Rubén Alves cada partido es mejor que ‘su’ delantero y qué decir de Germán, que está disfrutando de sus mejores partidos como jugador del Racing. Partido tras partido. Bueno, él y todos sus compañeros.
Volvieron
Íñigo, o Iñigo, depende de si hablamos del cántabro o del vasco, eran dos nombres que se estaban echando de menos entre el racinguismo en las últimas jornadas. Uno porque no estaba jugando, el otro porque no estaba rindiendo al nivel al que había acostumbrado (y maravillado).
Sobre Vicente, lo reconoció José Alberto en la previa, que es el entrenador que (tal y como dijo en Deia) más le ha entendido. Y esta vez volvió a ser él. No se cansó de pedirla (como siempre), de y de desgastarse sin balón. Corriendo para atrás, pero también hacia adelante en la presión. Y sólo la cruceta le privó del gol. Es lo que le faltó al 10 para un partido de 10.
El ‘Capitán Ampuero’ recuperó la titularidad tras dos partidos empezando desde el banquillo. No estuvo bien contra el Espanyol, las cosas como son. Pero lo que te da sin balón, es oro en esta categoría y más para un partido como el de ayer. La energía y capacidad para ganar duelos físicos, sumado a ese ida y vuelta constante, están garantizados. Lo volvimos a ver.
