Paco Cortés, la cantera y una noche a pedir de boca
Además del triunfo, la Copa deja buenas noticias para la Cultural. Los suplentes se reivindicaron y Ziganda hizo debutar a los jóvenes De la Riva y Luengo.
Fue lo más parecido a una noche perfecta. El grueso de los objetivos marcados por Ziganda en el choque copero contra el Andorra se cumplió. Y con creces. La Cultural ganó, se divirtió y divirtió a los presentes, ahorró esfuerzos al bloque titular y varios de los menos habituales rayaron a gran altura abriendo el melón, sobre todo en ataque, de quién o quiénes deben ser los elegidos para el próximo partido. Y, por si fuera poco, dos chavales de la cantera cumplieron el sueño de todo joven que quiere hacer del fútbol su vida.
Del festival de goles, en un ejercicio de pegada, sacará buenas conclusiones Ziganda, al que se le acumulan opciones ofensivas. Y todas parecen buenas visto lo visto. Paco Cortés tomó buena nota de cómo Pibe se toma la Copa del Rey. La actuación del argentino en la primera ronda la valió para regresar al once en liga y ayer el granadino elevó su estatus. Le costó encontrar continuidad, pero acabó firmando una notable actuación aderezada con un gol extraordinario, una réplica del que minutos antes había convertido Pibe, que le convierte en el goleador más joven del club en un partido de Copa.
Los dos extremos de la Cultural se lo pondrán difícil al ‘Cuco’, que ahora tiene mucho donde elegir por detrás del delantero. Chacón es intocable, Lucas se lo ha ganado y la ausencia ayer de Tresaco invita a pensar en su titularidad en Eibar. Este nuevo escenario obligará a Mboula a dar un paso adelante si no quiere perder peso en los movimientos que se avecinan.
Los veteranos, listos
Más buenas noticias para la Cultural. La vieja guardia demostró que está lista para cuando sea menester. Bañuz hizo una gran parada cuando el Andorra buscaba el empate, Fornos va a gol por encuentro copero y Maestre encontró en el físico el aliento necesario. Y si el foco apuntaba a Paraschiv, el Reino le marcó el camino. El rumano tuvo apenas quince minutos, pero los aprovechó al máximo sin necesidad de rematar: calurosa bienvenida del aficionado y asistencia de gol.
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Y, cómo no, la cantera. La Copa es el contexto perfecto para impulsar incipientes carreras deportiva, como las de Marcos de la Riva y Carlos Luengo, dos de los canteranos más prometedores de la Cultural. El leonés De la Riva dio el último salto tras casi una década escalando peldaños en la factoría culturalista. En pretemporada (su gol le dio al equipo blanco la primera victoria del verano) mostró sus virtudes y ayer le llegó el premio del debut en el fútbol profesional. Lo hizo como titular y dejando destellos en un primer tramo del partido muy interesante. Y con la eliminatoria resuelta, otro bautismo, el del segoviano Carlos Luengo. Lo dicho, una noche a pedir de boca.
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