Oviedo se echa a la calle a celebrar, pero el vestuario mantiene la calma

Alegría desbordante en el oviedismo, aunque más contenida dentro del vestuario. La ciudad se echó a la calle ayer tras la victoria ante el Eibar que deja a los de Carrión a tan solo un rival de estar el año que viene en Primera División. La remontada va camino de ser histórica -el entrenador asumió el cargo penúltimo- pero aún queda el último paso.

Antes de que llegue esa doble cita, el oviedismo elige disfrutar. Por eso, ayer hubo cerca de mil oviedistas durante todo el día en Eibar: la mitad de quedaron sin entrar y siguieron el choque en los bares colindantes. A la llegada del bus, a las 4 de la mañana, otro millar de aficionados esperaban al vehículo para felicitarles por lo logrado en Ipurúa.

Pero aún queda lo más complicado. Por eso, nadie quiere lanzar los brazos al aire dentro del vestuario. Se trata de estar orgullosos de todo lo vivido en Ipurúa, de ese contundente 0-2 ante el tercer clasificado en la Liga, pero nada más que eso, porque ya toca preparar con mimo la cita de la final por el ascenso.

Dentro de la caseta, se siguen las palabras del entrenador. “Es un triunfo increíble por cómo se dio todo. Sabíamos a lo que veníamos a Eibar, era difícil pero desde el primer minuto se ha visto que veníamos a por el partido, que no hemos titubeado y nos hemos llevado una victoria merecida. Ha sido algo emocionante, llevábamos mucho tiempo sin play-off en el Oviedo. Ha sido un año duro, en el que hemos remado, hemos sufrido. Vamos a luchar a muerte por el ascenso, solo quedan dos partidos. Para ser una semifinal de ascenso hemos estado muy tranquilos en los dos partidos. Pasara lo que pasara debíamos tener nuestra personalidad, eso nos ha dicho el entrenador, y así ha salido, según lo que nos dijo”, explicó Sebas Moyano, el mejor futbolista de los azules sobre el terreno de juego. Coronada su actuación con el gol que cerró el triunfo. “Ha sido por el contexto uno de mis partidos más completos, pero lo más importante es que nos hemos metido en la siguiente ronda. Por eso es por lo que estamos felices, no por lo individual. En la jugada del 0-2 veo que Bastón la roba, fue una acción rápida y pensaba en llegar rápido al punto de penalti. Cuando ha entrado he sentido una alegría inmensa, e 0-2 y así ya estaba casi lograda la clasificación. me alegro por todos nosotros. Ya ha ganas de que llegue el domingo. La gente nos muestra su orgullo y para nosotros es muy importante”, señala.

Pensando en la final

Mientras la afición sigue disfrutando de una temporada para enmarcar, el equipo ya piensa en la final. Espanyol o Sporting será el rival en el doble enfrentamiento decisivo, el que marcará la temporada. El equipo trabaja a partir de las 5 a las órdenes de Carrión, a la espera de ver cuál es el estado de Borja Sánchez, que se retiró del campo con molestias, y esperando que Santi Cazorla vaya progresando respecto a su lesión y pueda apuntarse a la final por el ascenso.