Orlegi aprueba las últimas cuentas de Fernández en la junta más corta
El grupo mexicano prevé unas pérdidas de unos siete millones de euros en el próximo ejercicio, el primero que gestionan como propietarios del club.
Alejandro Irarragorri y su consejo de administración resolvieron por la vía rápida la primera junta de accionistas ordinaria desde su llegada a la propiedad del Sporting. Apenas una hora duró la asamblea celebrada en la Sala de Pinturas de La Laboral donde el grupo mexicano aprobó las últimas cuentas de Javier Fernández y presentó un presupuesto de 15 millones de euros para la primera temporada bajo su mandato, que prevé unas pérdidas de casi siete millones en lo que calificó como “un año de transición”.
“Este es un foro para accionistas; no para aficionados”, recordó Irarragorri durante la junta general, a la vez que se comprometió a organizar ese foro para aficionados que ya tiene fecha. El Sporting anunció horas después de la asamblea un foro de aficionados para el 3 de enero en el que una representación de los seguidores rojiblancos tendrá oportunidad de preguntar y debatir con el propio Irarragorri así como con el presidente ejecutivo David Guerra. “Ahí hablaremos de temas de aficionados”, recordó el presidente.
Alejandro Irarragorri presidió la junta de accionistas junto a sus compañeros del consejo de administración Alfonso Villalba y Martin Hollaoender, además del notario, del secretario José María Segovia y del responsable de finanzas del club, Guillermo Sampedro.
Entre los datos ofrecidos a los socios, Orlegi apuntó la compra de La Marruca (finca anexa a las instalaciones de Mareo) en 2,3 millones de euros. De igual modo, se anunció que la ampliación de capital de poco más de siete millones de euros quedará cerrada el próximo mes de diciembre con la adquisición por parte del grupo mexicano de la totalidad de acciones que hayan quedado sin vender.
“Venimos a generar valor y ganar dinero es una parte de ello”, respondió Alejandro Irarragorri cuando un socio provocó el momento más tenso de la asamblea al calificar como “pelotazo urbanístico” el proyecto para que El Molinón sea sede del Mundial-2030. El socio Víctor Díaz relacionó el significado de Orlegi con “hormigón” y lamentó que el estadio pueda perder su antigüedad.
“Orlegi no es hormigón sino realidad verde”, respondió Irarragorri, que no aclaró el proyecto de reforma para el estadio. Ahora bien, el presidente se mostró convencido de que mover el césped de El Molinón no llevará consigo la pérdida de su antigüedad porque la ubicación sería la misma.
Alejandro Irarragorri recalcó que “vamos a morir en el intento de atraer con el fútbol desarrollo para la región”. Y en ese empeño están también la mejora de las relaciones con el Oviedo. “La rivalidad tiene que ser dentro de la cancha, no fuera, y trabajaremos para eso”, sentenció el presidente del Sporting.