Monchu y el mal fario de los once metros

Monchu vivió en Valencia un déjà vu cuando se vio cara a cara con un Fernández con once metros entre los dos. Si contra el Huesca la jornada anterior se midió con Álvaro, frente al Levante hizo lo propio con Andrés. Para más inri, los dos defendían a un conjunto azulgrana y el arco local. Pero no pareció preocuparle al mediocentro blanquivioleta la sensación de estar reviviendo algo ya experimentado, ya que ejecutó la pena máxima hacia el mismo lado: a la derecha del portero levantinista.

Y el resultado fue el mismo, acabó fallando, o, al menos, podría decirse que parecido, ya que no marcó de golpe franco. Si el rechazo del cancerbero y de la madera le favoreció frente al Huesca, ante el Levante no tuvo otra oportunidad. Seguramente, el primer disparo fue mejor, pero también lo fue la intervención del rival. El segundo, quizás condicionado por el pobre estado del césped, se lo embolsó un inspirado Andrés Fernández, que minutos más tarde evitaría otro remate suyo.

La pena máxima lo fue para el Real Valladolid como lo había sido antes para el Levante, dado que Masip volvió a ejercer de ‘parapenaltis’ en el cometido por Iván Cédric y disparado por Kochorashvili. Intentó el georgiano equilibrar la desigualdad en la suerte suprema, contraria a los levantinistas en las últimas jornadas, ya que al cuadro dirigido por Calleja le han señalado uno en contra en las últimas cuatro fechas. Miguel de la Fuente, Peque y Corpas superaron a Joan Femenías y a Andrés, pero Monchu no pudo emularles y rescatar un punto que el Pucela habría merecido.

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