Monchi monta en cólera: bajó al campo para protestar el gol anulado al Sevilla
El director deportivo sevillista dejó una de las imagénes del partido, personándose en el terreno de juego al descanso, visiblemente enfadado y propinándole una patada a una botella.
Como demostró Monchi, no es un secreto que los nervios a flor de piel esta temporada en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde se viven tiempos convulsos. Alejado de su característica competitividad y sobresaliente rendimiento deportivo en los últimos años, donde ha cometido de tú a tú con la élite nacional e internacional, el Sevilla ya no pelea objetivos tan ambiciosos, si no por alejar el descenso. También Monchi, cuestionado por su planificación deportiva, parece de igual manera haber perdido su aura.
Del mismo salió con una victoria agónica gracias a un penalti transformado por Rakitic al filo del cumplimiento del tiempo reglamentario. Tras él, se fundió en sentido abrazo con Monchi que denotó la tensión existente. Era la segunda vez en el encuentro que el director deportivo sevillista se personaba en el terreno de juego. Algo poco habitual en su rol, pero sí en el propio Monchi, que ya se encargó de mediar personalmente, pidiéndoles perdón cara a cara, con los aficionados que se desplazaron a Almería para presenciar la derrota del Sevilla en Los Juegos del Mediterráneo.
Esta vez pasó de la cólera a la catarsis, con ese abrazo simbólico con el capitán croata. Justo antes del descanso, el VAR anulaba un gol de Erik Lamela en el 45+2′ por fuera de juego de Óliver Torres que el árbitro, Hernández Hernández, había dado por bueno en un primer momento. La retransmisión de Movistar Plus + captó el momento, con Monchi bajando del palco a la línea de cal, visiblemente enfadado e incluso propinándole una patada a una botella, preparado para pedirle explicaciones al equipo arbitral.