Miguel ya sonríe: “Nuestro objetivo era otro, pero vamos a por el ascenso”
El delantero del Leganés vio puerta tras no marcar desde el 10 de noviembre. Suma ya nueve dianas este curso y promete “15 como Diego García”.
Miguel de la Fuente ha vuelto a sonreír. En realidad, nunca dejó de hacerlo. Pero el ‘9′ del Leganés es delantero. Un ariete de referencia. Caníbal del gol al que, desde el 10 de noviembre, le faltaba su nutriente básico. Desde entonces, contra el Levante, no veía puerta. Así que Miguel sonreía, pero no a pleno pulmón. Ni siquiera la artroscopia que le hizo pasar por quirófano tras jugar dos meses lesionado le frenó el optimismo. Ayer, ante el Mirandés, marcó de nuevo y convirtió esa energía positiva en un desahogo. Acumula ya nueve tantos esta temporada y los que están por venir rumbo, dice sin problemas, al objetivo del ascenso.
“Yo prometo marcar 15 goles esta temporada”, confirmó exultante en zona mixta tras el 4-0 con el que el Leganés se mantuvo 20 jornadas en lo más alto de la clasificación. Argumentos para pensar a lo grande. “A ver, estamos primeros por algo. Hoy [por ayer] hemos dado un golpe en la mesa y hay que seguir así. Ganar cada partido para conseguir el ascenso. Nuestro objetivo inicial era otro, pero ahora ya estamos ahí. Hay que pelearlo. Nuestro objetivo tiene que ser ése [el ascenso]”, comentó con naturalidad, poniéndole nombre al “sueño” del que habla el resto.
Premio a la fe
El gol que marcó ante el Mirandés, el 4-0, redondeó una goleada que no peligraba cuando este vallisoletano vio puerta. Pero la importancia anímica del tanto lo convirtió en algo más que la guinda al pastel de un mediodía perfecto por Butarque. “Tenía ganas de marcar después de la lesión. Hoy se ha dado. Es la recompensa del trabajo de toda la semana”, valoró un Miguel que desveló como él pensaba que el tanto lo había hecho en posición ilegal.
“Sinceramente, pensaba que era fuera de juego. Pero siempre hay que meterla y luego preguntar por el VAR”, añadió. Y el VAR le dijo que sí, que era gol. Todos se fueron abrazarle. Algo parecido a lo que sucedió con el 2-0, cuando Diego García anotó a pase de Franquesa. Pero el inicio de la jugada fue suyo, de Miguel, quien desde el suelo, volcado a la izquierda, peleó un balón imposible para regalárselo a Franquesa.
El resto es historia de un festejo de un equipo que no sólo se fue a buscar al autor del tanto, sino al mismo Miguel. Para darle cariño y reconocerle su valía en la acción. “Contento de que haya sido gol. Me considero un jugador completo. En el vestuario me saben. Con eso estoy muy contento”, insistió.
Una dupla histórica
Con Diego García forma una dupla de gol llamativa que acumula 20 tantos (11 Diego, 9 él) en esta temporada en la que Raba es complemento ideal (8 dianas) para buscar el ascenso a Primera. “Sabíamos que en casa nos teníamos que hacer fuerte. Quedaban seis finales en casa y tenemos que ganar las seis si queremos seguir ahí arriba. Hoy ha sido la primera de ellas. Tanto Diego como yo hemos estado bien en lo personal. Un día marca uno, otro día marca otro”, valoraba Miguel quitándole hierro a semejante torrente ofensivo aun incluso cuando ocupa una posición que no es la suya.
Ante el Mirandés ejerció de extremo izquierdo y, desde ahí, percutió con ahínco. “Yo estoy cómodo en cualquier posición de ataque y si toca jugar en banda para ayudar al equipo, se juega. No me importa, estoy cómodo”, insistió con una sonrisa más amplia de lo normal. Es el efecto del gol en los delanteros como Miguel de la Fuente.
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