Marvin Park asiste a su crecimiento
García Pimienta aconseja al joven, quien fue clave ante la Ponferradina, para su mejora. “Tiene que amoldarse a más situaciones para exigirse ser titular”.
“Marvin es un escándalo de jugador” comentaba García Pimienta sobre su pupilo hace unas semanas antes del enfrentamiento ante el Huesca. Desde entonces cinco partidos en los que el canterano madridista participó en cuatro encuentros, siempre desde el banquillo, sumando 116 minutos.
El técnico comentaba que tras el encuentro del pasado fin de semana que Park “tiene que autoexigirse ser ‘titularísimo’, por las condiciones que tiene, por la juventud y porque viene de una de las mejores canteras del mundo”. Algo que el propio jugador referenció en su presentación, “se aprende mucho”, afirmaba cuando recordaba su reciente paso por La Fábrica. Además aprovechaba para resumir su adiestramiento bajo las órdenes de Raúl González con una frase “dejarse todo por el último balón y seguir luchando”.
Una de las grandes barreras de Marvin para dar el salto han sido sus bajas. “Las lesiones no le han ayudado mucho, tenemos que pararle esa fuerza, esa potencia, esa energía que tiene en cada entrenamiento”, glosaba el técnico quien se ha curtido curtiendo jóvenes talentos. “Tiene que estar preparado para jugar 90 minutos cada partido y ya hemos visto el potencial que tiene”.
Aunque tampoco hay que obviar la altísima competencia por hacerse con un puesto en el once titular, especialmente en su demarcación. Primero, Álvaro Jiménez y desde hace un meses un imponente Pejiño, han subido el listón para saltar al campo desde el once inicial. Algo que remarcaba también el entrenador: “la competencia que tiene es muy alta”.
García Pimienta, experto en jóvenes talentos, ahondaba en su perfil. “Tiene unas características que lo hacen diferente, pero los rivales también lo conocen”, advertía el técnico. “Al final sale el primer día a jugar nadie sabe quién es y cuando hace tres cosas buenas todo el mundo se pone alerta”. Y es que el impacto de Marvin se dejó sentir desde prácticamente el primer minuto que estuvo en el césped frente al Málaga con un cabalgada hasta el vientre de La Rosaleda para poner la piel de gallina a los amarillos, algo que repetiría pocos minutos después esta vez para asestar el cuarto gol de la primera gran noche del año de Las Palmas.
Aquel día fue el primero de otros dos grandes fogonazos que iluminaron el cielo de la nación amarilla. El segundo, frente al Levante, cuando puso un centro a Marc Cardona para rascar un empate en el último segundo en el Ciutat de Valencia, una acción que hoy marca la diferencia entre ser primero o segundo. El tercero, ante la Ponferradina, cuando Álex Suárez le encontró un abismo a la espalda de Castellano para que Marvin pudiera cabalgar y centrar para que Sandro, recogiera el desvío de Pascanu y consiguiera romper un 0-0 que estaba empezando a coger carita de definitivo.
Marvin ha destacado por ser un revolucionario. De los trece partidos en los que ha participado, solo en dos lo ha hecho en dos como titular, ante el Burgos en casa, como lateral, y en Mendizorroza, como extremo. En ambos casos se quedó en la caseta tras el descanso. Frente a los de Calero, debido a una lesión.
Es por ello la insistencia de García Pimienta. ”Tiene que exigirse más, dominar más registros no solamente el de la velocidad que la tiene, pero tiene que amoldarse a más situaciones para exigirse ser titular”. Porque a juicio del técnico puede acabar encasillado “como revulsivo y no lo es”. El gran objetivo individual que asoma por el horizonte de Marvin Park, que eclipse sin duda alguna, el bien común del ascenso.