Martija y la chorboagenda

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Dicen que “más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer”. Que me disculpen Baturina y Mboula, que aquí dieron un gran rendimiento la temporada pasada, pero es una frase que podría ilustrar lo que ha sido el mercado de fichajes del Racing. Cuando Roberto González, Pablo N. Ruiz y su (magnífico) equipo de Comunicación y Marketing pensaron que “Uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz” era un buen lema para la campaña de abonos, dudo mucho que pensaran que Mikel Martija lo tomaría para su guion de operaciones.

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Eso y la chorboagenda. Si en verano ‘wasapeó' con 300 representantes, no sé cuántos serían ahora en invierno, pero lo que es seguro es que fue a tiro hecho. Recibió varios noes (y también tuvo que decir a varios que no). Aunque tenga una pulsión especial por el País Vasco, eso lo ha dejado más para el Rayo Cantabria, para el primer equipo ha accedido a lo que le funcionó en invierno (Roko Baturina), al que le llamó a él para volver (Jordi Mboula) y al que quería José Alberto (Manu Hernando).

Cuando empezó el mercado, el Racing estaba en playoff, pero la tónica general es que hacía falta refuerzos. El recambio para Arana, llegó con Baturina. No había en el mercado del Racing un delantero que fuera capaz de sentar al canario, las cosas como son. Un amigo (que sabe mucho de fútbol y del Racing) me insistió en diciembre que hacía falta un central rápido. Y ahí está, Manu Hernando. Y como guinda del pastel, el flow de Mboula. ¿Sentará a Andrés Martín? ¿A Peque, que es el pichichi?

Me gusta el resultado final del mercado. Pero las cosas como son, “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. Y Mikel Martija no ha ido con palos y piedras al mercado. Poder inscribir a Roko Baturina, Jordi Mboula y Manu Hernando sin necesidad de aligerar plantilla (aunque Pombo se fuera al Andorra) es de ser unos genios de los números. Y el Racing los tiene. Enhorabuena a todos, sobre todo a JAL, tiene buenas armas a su alcance.

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