Marín, el líder de los parapenaltis
El meta almeriense ha detenido tres de cinco esta temporada y se acerca al registro de Kieszek, quien detuvo cinco de ocho en la milagrosa salvación de la 17-18
Carlos Marín lleva tiempo siendo un valor seguro para el Córdoba. El meta almeriense vive su cuarta temporada en la primera plantilla blanquiverde y se puede catalogar como uno de los indiscutibles para Iván Ania, como también fue para Germán Crespo o Manuel Mosquera, con quienes coincidió en el camino entre Segunda Federación y Primera Federación.
El caso es que a actuaciones decisivas que lleva acumulando desde hace tiempo ha añadido un nuevo registro. El almeriense se ha convertido en un parapenaltis, como lo demuestra el hecho de que ha intuido el lanzamiento de sus adversarios en tres ocasiones de las cinco veces que le han probado desde los 11 metros. Porque su acierto contrasta con la debilidad defensiva que ha mostrado el equipo y que, tal vez, sea el mayor de los problemas para los blanquiverdes en esta temporada del retorno a Segunda División.
Antes de llegar a esta temporada, Carlos Marín no había tenido demasiadas opciones de mostrar sus habilidades en esta mal llamada su suerte. De hecho, sólo se recuerda una parada en Mérida en el aciago final de temporada para el equipo del curso 22-23. Entonces, ese acierto sirvió para mantener las escasas opciones de entrar en puestos de Copa del Rey.
Sin embargo, Marín, acostumbrado el curso pasado a hacer paradas de las que valían puntos la pasada temporada, ha eclosionado como un gran especialista. La web especializada transfermarkt sólo le imputa un desvío de parada, aunque en realidad han sido tres. Curiosamente, en el primero que le probaron. Nico Fernández, del Elche, no pudo superarle. Sin embargo, en ese mismo encuentro sí le marcó Castro para poner un gol que resultó insalvable para los intereses blanquiverdes.
En la siguiente salida, Sielva, del Huesca, también aprovechó un desliz en defensa de Calderón para adelantar a los del Alto Aragón en un encuentro en el que acabaron goleando al Córdoba por 4-1. Tras esos encuentros, a Marín le vino un infortunio por partida doble. Ante el Albacete y el Castellón se repitió la misma acción: adivinó los lanzamientos de Quiles y Suero, a quienes les favoreció el rechace para marcar y poner en ventaja a sus respectivos equipos en partidos que acabaron en empate.
En todo caso, la estadística presenta a Marín como el primero de la liga en este apartado. Le sigue muy de cerca Alfonso Herrero, quien ha parado dos lanzamientos de cuatro para el Málaga, en acciones determinantes ante el Albacete y el Málaga. El resto, como son los casos de Escandell, Poussin, Ezkieta, Cuñat, Ruiz o Juan Pérez han evitado un gol.
Además de presentar estos números, Carlos Marín tiene una referencia relativamente cercana en el Córdoba. El polaco Pawel Kieszek, quien estuvo dos temporadas en el Córdoba, detuvo en la temporada 17-18 cinco penaltis sobre los ocho que lanzaron sobre su portería, según apuntó en su momento la cuenta especializada en estadísticas @laligaennumeros. Fue clave para aquella milagrosa salvación. Probablemente, Marín prefiera no batir su récord, ya que será señal de que la defensa es más contundente.
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