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Mara López: “Si aceptaba ese acuerdo con Joel Domínguez estaría vendiendo a mi hija y a todas las víctimas de malos tratos”

La madre de la menor maltratada por el juvenil de Las Palmas da la cara por primera vez. “Se dicen cosas falsas. Este es el momento”, insiste en Diario AS.

Las Palmas
Mara López: “Si aceptaba ese acuerdo con Joel Domínguez estaría vendiendo a mi hija y a todas las víctimas de malos tratos”

Para ella se quedan los tres últimos meses que está viviendo. Desde que saltara a la luz pública que su hija mayor fue maltratada por Joel Domínguez, futbolista juvenil de la Unión Deportiva Las Palmas, la vida de Mara López no tiene recesos. Entre el colegio, las visitas al psicólogo y a los juzgados y las intensas sesiones madre-hija, apenas puede sacar tiempo para descansar en su Agaete natal o irse al Sur con los amigos. Y también, claro, para atender, siempre tan diligente, a Diario AS.

Su rostro se descubre fuerte, brioso, más brillante que hace tres meses, cuando por primera vez nos sentamos. Nunca le falta la sonrisa a pesar de todo. Qué menos. Sigue, como ella misma indica, “en la lucha por el camino de la verdad”. Ahora lo hace, además, a cara descubierta por primera vez en todo este tortuoso camino de malos tratos, denuncias reales y mentiras fácilmente desmontables. “Que el señor Víctor Brito no olvide que está defendiendo a un joven que ha sido condenado por malos tratos. O sea, está defendiendo a un maltratador. Sus declaraciones me han dejado literalmente alucinada porque contradicen, de hecho, lo que dice la sentencia”, asegura.

Niega, una vez más, que pretenda que Domínguez acabe en prisión. “No aceptamos el acuerdo con ellos porque única y exclusivamente va dirigido al beneficio del joven y a mí, éticamente, no me parece razonable ni coherente aceptar ese acuerdo y más cuando sé que él quebrantó y que se puede demostrar. No es para que vaya a la cárcel como venganza, como por ahí se dice”, asegura de un pacto con el que hubiera “vendido a mi hija y a todas las víctimas de malos tratos”. Y sentencia: “Si me proponen que el chico esté un año en tratamiento firmo el acuerdo mañana. Pero no es lo que se nos ofrecía”.

Toca darle voz a las víctimas. “Mi hija me pide que la defienda”, insiste. Y ella solo quiere protegerla.

¿Por qué decide dar la cara en este momento?

Porque las primeras entrevistas que hice fueron cuando aún mi hija no era consciente de lo que le estaba pasando, cuando no se había dado cuenta de la realidad tan grave que estaba viviendo. Decidí hablar porque tenía que darle visibilidad a este tema tan importante a nivel social pero intenté, por evitar más problemas en casa y problemas sobre mi hija, protegerme para poder protegerla a ella. ¿Que por qué doy la cara en este momento? Porque ya mi hija me pide que lo haga, que la defienda. Me he defendido a través de redes sociales, donde ya se me ha podido ver, así que creo que es el momento de decir quién es Mara López y por qué lucha, que es por la integridad de su hija porque se dicen muchas cosas falsas. Es el momento.

Hace casi tres meses me confesaba que todo lo relacionado con la agresión de Joel Domínguez a su hija les “había destrozado a todos” y que “el ambiente en casa es terrible”. ¿Cómo se encuentran ahora usted y su familia?

Nada que ver a cómo nos encontrábamos hace tres meses, imagínate. Hace tres meses luchaba por sacar de un pozo lleno de lodo a mi hija, que era esa relación tóxica y violenta. Hace tres meses a mi hija le habían dado una brutal paliza y no una breve discusión como he leído hoy en declaraciones del señor Víctor Brito, abogado del joven, que me han dejado literalmente alucinada porque contradicen, de hecho, lo que dice la sentencia. He leído que el abogado de Joel Domínguez, el señor Brito, dice que estamos haciendo los hechos más graves de lo que son, y literalmente cuenta que se trata de un caso de violencia verbal cuando hay una sentencia que deja claro, en escrito y en firme, que es un caso de violencia física en el que se dan empujones, puñetazos y patadas. Entonces, animo al señor Brito, que no era el abogado del joven en ese momento, representando entonces por José María Aranda, que por favor coja la sentencia, que se la lea y no difunda mentiras. Esa es una mentira demostrable porque hay una sentencia que cualquiera puede coger, leer y comprobar las mentiras que dice ese señor. En cualquier caso, si hubiese un caso de violencia verbal, ¿le estamos quitando importancia? ¿Le estamos quitando importancia a los insultos o las vejaciones? Que no lo es, pero seguiría siendo un delito, y grave. Que el señor Brito no olvide que está defendiendo a un joven que ha sido condenado por malos tratos. O sea, está defendiendo a un maltratador. Como te decía, en mi casa estamos ahora muchísimo mejor porque mi hija es consciente de lo que ha vivido y yo he recuperado a mi hija. Ahora tengo a una niña en casa con la que sí que tengo que trabajar muchísimo, me tengo que trabajar yo, nos tenemos que trabajar todos. A nivel psicológico, sigue en terapia. Evidentemente es algo de lo que nos va costar salir pero la tengo en casa, a mi lado, consciente de lo que es ser víctima. La tengo informándose, documentándose y leyendo libros sobre el tema. Está identificándose y respondiéndole a gente que le escribe porque se sienten identificadas con su anterior testimonio en la entrevista que te concedió a ti. En eso te puedo decir que tengo la tranquilidad de haber recuperado a mi hija, a una hija adolescente (se ríe), que es lo que es porque la adolescencia hay que vivirla con las cosas que trae consigo. Pero es una niña que en estos tres meses ha madurado lo que no había madurado en esos dos años de relación, o un año y medio. He recuperado a una niña que, con sus cosas, como todas, es un amor. Sabe que tiene a su madre, que se siente orgullosa de ella y de su padre, y de su familia completa. Está intentando, poco a poco, recuperar esa alegría y ese brillo en los ojos que siempre le ha caracterizado.

Hace una semana, Miguel Ángel Ramírez dijo que lo de este joven fue “una equivocación” y anunció su presencia en la pretemporada del primer equipo. ¿Cómo le sentó esto?

Es verdad que tenemos muchísimos altibajos con este tipo de noticias. Por un lado nos sentimos cansadas por lo que se prolonga este proceso judicial porque con todas estas mentiras que sacan de la otra parte lo único que consiguen es prolongar, extender ese proceso judicial. También he leído hoy que el abogado de la parte contraria ha dado datos que yo desconozco del proceso, datos de la geolocalizaciones o de la entrega de su teléfono. Me llama muchísimo la atención porque eso tiene todavía ese procedimiento abierto y no puede dar esa información cuando aún no sabemos si es cierta o no. Pero en fin, allá ellos con la forma que tengan de defenderse. No voy a dar información del proceso porque no me toca ni me corresponde. Es verdad que pasé por un fin de semana durísimo porque el viernes recibí la noticia. Sentí vergüenza de la directiva del que también es mi equipo, que defiende los colores que representan a toda mi familia y a la afición y a este pueblo. Eso me hizo caer de cabeza y en picado pero he sentido tantísimo apoyo… Ha sido tan abrumador que no pueden con nosotras. Aquí estoy, voy a seguir en lucha hacia el camino que tengo que seguir, que es el de la verdad. Nos encontramos, a pesar de todas las piedras, es una lucha difícil, bien y reconfortadas porque la mayor parte de la sociedad canaria demuestra que es coherente y que está sensibilizada con este tema. Y no solo de la sociedad canaria, sino de toda España. Es abrumadora la cantidad de mensajes de gente que estoy recibiendo de toda España. El apoyo en todos los niveles de asociaciones feministas, hombres, mujeres, chicos jóvenes, chicas víctimas de violencia, personas que trabajan en el sector… Es increíble. En general nos sentimos bien aunque con esta noticia, que Joel haría la pretemporada con el primer equipo, me hundí, lloré muchísimo. Estaba en un parque sacando al perro y no pude evitar echarme a llorar por esa forma, por esa frialdad de decir que el joven se equivocó y que era uno de los nuestros. En caliente, en ese momento, escribí un tuit que no ha podido tener más visitas, ha sido increíble. No me esperaba esa respuesta porque tampoco manejaba las redes de esa manera y no sabía a dónde podía llegar. ¿Sabes qué? Siento vergüenza (rotunda) por este presidente que tienen este gran equipo y esta gran afición. Es una vergüenza que el señor Miguel Ángel Ramírez esté donde está.

Parece ser que una abrumadora mayoría de la afición de Las Palmas está en contra de esta decisión, algo que parecía evidente. ¿Qué motivos cree que tiene el club para tomar esta decisión?

Estoy súper desconcertada con el motivo que pueda tener el club. Habla de ayudar a uno de los nuestros, de ser coherentes con lo que ellos promulgan de ayudar a algunas ONG´S, sus trabajos y proyectos con personas que están en centros penitenciarios... Bla, bla, bla. Mentira, mentira, mentira. El señor Ramírez sabía perfectamente la repercusión mediática que iba a tener la noticia de apoyar a este joven, que se había equivocado y que le iban a dar la oportunidad de entrenar con el primer equipo. Dudo de que el señor Ramírez le tenga algún respeto a este chico. Creo que ni deportivamente ni ningún aprecio como persona. Lo que ha hecho con eso el señor Ramírez es volver a movilizar aún más a esa afición que nos apoyaba, calentar el ambiente en las redes, hacer que toda esa gente que había estado en silencio y no sé si nos apoyaba o no saltara porque esto les molesta mucho. Saben que es injusto, que no es lo correcto, que no es lo sensato ante un caso tan grave como es el de la violencia machista, y sabía perfectamente que las redes iban a ir en contra de este joven. Leo ayer una noticia que dice que el joven se siente linchado, acosado, y que todo es por mi culpa. ¿Perdona? No soy la que te he expuesto de manera. Primero has sido tú el que te has expuesto al darle una paliza a mi hija porque sabías que iba a callar; llevaba un año y medio callando y yo no tenía una sentencia judicial que me diera la razón para yo poder hablar porque el sistema es lento. Entonces, el joven me subestimó porque pensaba que yo iba a seguir callando. Pero no. La realidad es que yo jamás voy a callar esto porque hay que visibilizarlo. Pero no visibilidad para vengarme ni desde el sentido del odio, sino porque es una lacra, un lastre social contra el que hay que luchar. Siempre voy a luchar contra eso. Sería incoherente si me ves en una manifestación del 8M luchando por los derechos de las mujeres y que luego le pase esto a mi hija y agache la cabeza. Estaba callada hasta que habló la justicia, y entonces pude decir lo que sabía: que Joel Domínguez es un maltratador. No he dicho nada que no ponga la sentencia ni dicho la Justicia. Creo entonces que el club quería que pasara lo que está pasando. ¿Por qué? No entiendo los motivos. Hay una cosa que es cierta: el señor Ramírez sabía la que se venía. Sabía la avalancha de críticas que vendrían. Ahí lo dejo.

El abogado de Domínguez consideró en Tiempo de Canarias como un “pequeño error” lo que el propio jugador reconoció en sede judicial, y por lo que fue condenado: que agredió a su hija primero en plena calle y después en un portal, que le abrió la cabeza de un puñetazo (algo que el abogado niega)… ¿Cómo lo valoras?

El abogado se basa en que no hay un informe forense que avale esas declaraciones que nosotros damos de que le abrió la cabeza de un puñetazo o las lesiones que tenía en el brazo. Amplío: las tenías en otras partes del cuerpo como la espalda. Es cierto que no hay ningún informe pericial que diga eso porque mi hija no se dejó explorar y no declaró en contra del joven porque estaba en estado de shock, con distorsión de la realidad, dependencia emocional tremenda… Evidentemente, en ese momento mi hija lo protegía como más del 90% de las víctimas de este tipo de delitos; es decir, lo de mi hija no es una excepción. No hay un informe que diga eso, pero eso no significa que no sea cierto porque sí hay pruebas y fotografías. Que el abogado no niegue algo que se puede demostrar. Y por otro lado, habla de un pequeño error refiriéndose a una sentencia de malos tratos físicos, en la que se dice que se dan patadas, empujones y puñetazos. Creo que no se ha leído la sentencia. Le digo aquí, le pido al señor Brito que por favor se la lea, y que si lo ha hecho, que sepa que esta víctima tiene una madre que sabe leer, que sabe interpretar, que no es analfabeta, que tiene el conocimiento suficiente como para interpretar lo que dice la sentencia. Y es contrario a lo que él declara.

De ese “pequeño error” salieron otros que ustedes acabaron denunciando por presunto quebrantamiento de condena. La geolocalización de los dispositivos móviles puede marcar este nuevo caso. ¿Por qué afirman que hubo ese quebrantamiento, algo que la defensa niega?

Lo afirmo porque lo vi. Soy testigo de uno de los hechos que suceden. Lo afirmo también porque mi hija me lo ha confesado. Sabemos perfectamente las fechas en las que se quebrantó, las fechas en las que él ha quebrantado porque ella no tiene esa orden de alejamiento. Lo ha hecho tanto por redes sociales como por llamadas. Hubo quebrantamiento físico: se vieron hasta en cinco ocasiones. En una de ellas, el 18 de marzo, los vi. Por eso lo afirmo con esta rotundidad. Sospeché, geolocalicé a mi hija y salí en su busca. La encontré marchándose en ese momento y al joven con la patineta en la mano y el móvil en la otra cuando iba a cruzar la calle. Nadie me puede negar lo que vi. Por eso solicitamos la geolocalización y la recuperación de los datos de ambos teléfonos. ¿Por qué? Porque el punto en el que los vi no era cercano a su casa. Entonces, si se puede demostrar que ambos estaban en ese mismo punto podemos ver que sí que hubo quebrantamiento, y también porque así se podría recuperar toda la información que mi hija borró del teléfono cuando él se lo pidió. Él le pidió que lo protegiera porque en ese momento le dijo que se lo estaban llevando a prisión, que tenía que borrar todo porque lo había denunciado. Él sabe perfectamente que le vi. Engaña a mi hija diciéndole eso y mi hija, asustada, lo borra todo. Piensa que es verdad que se lo llevan detenido y tenemos la que tenemos en casa.

¿En qué punto está ese proceso?

En diligencias previas. Hay una investigación abierta, y al joven le han requerido su móvil desde el juzgado para las geolocalizaciones. Y supuestamente el volcado de esos datos, fotos y mensajes borrados. Pero a día de hoy, a mi hija no le han pedido ni el móvil ni nada para geolocalizarlos ni recuperar esa información.

Ustedes rechazaron al acuerdo propuesto por juez y fiscal. ¿Por qué?

Porque en nada beneficia a la víctima. Única y exclusivamente va dirigido al beneficio del joven y a mí, éticamente, no me parece razonable ni coherente aceptar ese acuerdo y más cuando sé que él quebrantó y que se puede demostrar. No es para que vaya a la cárcel como venganza, como por ahí se dice. Que elijan una pena alternativa a la privativa de libertad, pero que sea coherente. 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, que todavía no sé dónde los ha hecho, no es, desde mi punto de vista, equitativa al daño causado. ¿Seis meses de trabajo? Podría. ¿Dónde? En un centro de víctimas de violencia de género. Que haga cursos relacionados con eso. Que pida perdón, que se disculpe y que reconozca de verdad lo que hizo. Sin todo eso no puedo aceptar un acuerdo porque estaría vendiendo a mi hija y a todas las víctimas de malos tratos. No lo voy a hacer nunca, jamás. Por mucho dinero y poder que haya detrás no voy a hacer eso.

¿Qué acuerdo hubiera sido justo para ustedes?

Uno en el que reconozca lo que hace, que se arrepienta y pida disculpas. Y que implique que tendrá alguna consecuencia. Si no las hay, no hay responsabilidad y estas cosas se vuelven a repetir. Si me proponen que el chico estará un año en tratamiento firmo el acuerdo mañana. Pero no es lo que se nos ofrecía.

¿Cómo se encuentra su hija? En su día reconoció en Diario AS, en exclusiva, que abrió los ojos gracias a la Policía.

Mucho mejor, pero con altibajos. Es consciente de lo que ha pasado, se identifica. Tiene muchas ganas de salir adelante. Pero tiene muchos bajones, momentos de tensión y frustración, de pérdida de control de las emociones… Lo que ha vivido es muy fuerte y ha sido mucho tiempo. La ‘cogieron’ con 15 años y acaba de cumplir 17. Pero de todo eso saco la parte positiva: camina hacia delante. Eso es que se encuentra bien.

Algo que podía haber suavizado toda esta historia tan turbia es el arrepentimiento del jugador. ¿Tienen constancia de que exista?

No existe tal arrepentimiento. Sí se hubiesen suavizado y cambiado muchísimo las cosas el hecho de que se hubiera arrepentido, sin duda. Pero de momento, no hay constancia de ello.

De todo este asunto, ¿qué es lo que más le ha dolido o molestado?

La protección y la defensa hacia el jugador. Porque el señor Miguel Ángel Ramírez dice que tiene que defender a uno de los nuestros y que ya ha cumplido. Pero no dice que son sus abogados los que defienden al joven desde el principio, antes de haber cumplido y siendo acusado y habiendo un testigo policía nacional fuera de servicio que es el que denuncia los hechos. No lo hicimos ni yo ni mi hija. Yo denuncio cuando me entero, pero el testigo es un policía nacional fuera de servicio, que es el que hace el relato de todos los hechos por los que el joven es condenado por malos tratos físicos. Se incluyen patadas, empujones y puñetazos. Antes de esa sentencia ya le pone unos abogados a su disposición. A mí nadie me pone un abogado, me los tengo que costear yo. Primero no me habían querido escuchar. Después, cuando me hago escuchar a través de terceras personas dicen que no pueden hacer nada. Luego, cuando hay denuncia, se hacen los locos. Es un no parar. Me molesta todo (se ríe).

La afición se ha volcado con ustedes. ¿Qué mensaje le manda?

El de siempre: la Unión Deportiva Las Palmas tiene ahora un equipo de Primera con una afición de Primera pero con un presidente que a su afición no le llega ni a la suela de los zapatos.

Las Palmas ha protegido al chico porque “es un activo”. Afirman que hubo terapia con él. Por su profesión, criminóloga, sabe usted sabe de lo que habla. ¿Considera que el club actúa de manera adecuada con él?

No (rotunda). El club lo ha expuesto a todo esto. No le tiene ningún cariño ni aprecio porque cuando alguien quiere a una persona que sabe que se equivoca en algo tan grave, porque no es una equivocación sino delitos graves, si lo quieres de verdad no quieres que vuelva a repetirse sino que sepa lo que ha hecho, que se arrepienta, que trabaje sobre ello. Y quieres que no vuelva a hacerlo. Si lo proteges, si lo ocultas, si lo defiendes y apoyas en sus mentiras y asuntos legales, ¿qué estás haciendo? Lo que este joven ha hecho lo podría volver a hacer.

Si tuviera la ocasión, ¿qué mensaje le mandaría a la propia Unión Deportiva Las Palmas?

Al equipo de Primera División le pido que se pronuncie. Sé que es difícil por lo que tienen esos jugadores detrás, pero sí me gustaría que se pronunciaran porque creo que no están de acuerdo con todo esto. A lo mejor me llevo otro palo. Al entrenador, que también se pronuncie al respeto. Entiendo que está en una situación complicada, pero sí me gustaría. Y a la directiva no le pido nada. Ningún mensaje. Creo que el señor Ramírez no se merece que me dirija a él para nada porque no está a mi altura. Estoy defendiendo y luchando por algo que es el bienestar de mi hija y lo que él defiende dista mucho de lo que defiendo yo. Está en la otra cara de la moneda.