Los cambios en el banquillo no funcionan
Las destituciones de Luis García y Ramis no han tenido el efecto buscado. El equipo no mejoró sustancialmente sus registros tras el cambio de entrenador.
El Espanyol, acabe como acabe la temporada, habrá tenido tres entrenadores este curso. Arrancó con Luis García, le siguió Ramis, y ahora es Manolo González quien lleva el timón de la nave. Dos cambios que pretendieron lógicamente mejorar los resultados del equipo pero que, hasta ahora, no han tenido el efecto deseado. Serán un éxito si se consigue el ascenso, que es el único objetivo, pero con los números en la mano ninguna de las dos destituciones sirvió para cambiar el rumbo del equipo.
El primer cambio, de Luis por Ramis, fue seguramente el más polémico. En primer lugar porque se dio un giro de 180 grados en cuanto a la idea futbolística y se le dio al de Tarragona un equipo pensado para jugar de otra manera. No empezó con mal pie, eso es cierto, pero sumó menos que su predecesor en los primeros siete partidos, los que lleva ahora Manolo González al frente del equipo. Luis García logró 14 de los 21 primeros puntos posibles mientras que Ramis sumó 10 en los mismos partidos. Eso sí, a Luis se le destituyó con el equipo a tres puntos del ascenso directo mientras que Ramis estaba solo a uno.
La salida de Ramis, con el equipo a solo un punto del ascenso directo, fue en cierta medida una crónica de una muerte anunciada. El equipo no cosechaba resultados excesivamente malos, pero tampoco buenos. Salvó los muebles con dos victorias agónicas ante Levante y Eibar, pero lo condenaron los empates, y la pobre imagen, ante rivales más asequible. Entró Manolo González y, pese a no haber perdido aún, no ha logrado revertir al situación. No al menos en cuanto a la situación clasificatoria. Ha sumado un punto más que Ramis en los siete partidos que ha dirigido pero tiene al equipo más lejos, a cuatro puntos, del ascenso directo. Eso sí, es indudable que tanto el juego como sobre todo la imagen del equipo han mejorado notablemente.
Puertas abiertas con 1325 espectadores
Las posibilidades del Espanyol de acabar en las dos primeras plazas son cada vez más escasas y haría bien el equipo de ganar los cinco partidos que quedan para maximizarlas. El primer paso es este fin de semana ante el Sporting y la afición, una vez más, no dejará solo equipo. El club realizó hoy una sesión de entrenamiento a puerta abierta y la afición acudió en masa a ver a los suyos: presenciaron el entrenamiento 1325 personas. Un síntoma de que la masa social perica sigue creyendo que es posible subir por la vía rápida pese a la dificultad del calendario.
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