Los cambios defensivos le dan el resultado esperado a Calleja
El entrenador introdujo tres novedades en la zaga del Oviedo y el equipo volvió a dejar la puerta a cero.
No fue sencillo meterle mano a un defensivo Cartagena que aterrizó en el Carlos Tartiere con serios problemas en cuanto a su temporada, que no ha empezado de la mejor de las maneras. También llegaba el Oviedo con dudas, alimentadas estas tras las derrotas ante el Racing y, sobre todo, la cosechada en el derbi asturiano frente al Sporting. Quería Calleja que los suyos recuperaran la buena senda y esta se dirigía a una mejora del rendimiento defensivo. Los seis goles recibidos en dos jornadas ponían sobre aviso de que el Oviedo se estaba desangrando atrás.
Por eso, el entrenador centró la mayor parte de las novedades en su equipo en la parcela defensiva. Entraron cinco futbolistas nuevos en el equipo respecto al 3-1 con el que se perdió en El Molinón. Salvo Hassan, que volvió al extremo diestro, el resto de jugadores recuperados a la causa tenían como misión principal defender la meta de Aarón.
La línea de cuatro atrás contó con tres novedades. Se mantuvo Dani Calvo, titular en El Molinón y que es el único futbolista junto al portero Aarón Escandell, que ha disputado todos los minutos de juego en la competición. A partir de ahí, renovación total.
Álvaro Lemos se situó en el carril diestro en el lugar de Lucas Ahijado, tal y como ya había sucedido en el descanso del choque de El Molinón. Los dos laterales se han ido alternando a lo largo de lo que va de temporada pero hoy por hoy, el entrenador parece tener en mayor estimación la veteranía y rendiminto defensivo del gallego, que disputó los 90 minutos sin fallos que apuntarle.
En la izquierda también hubo relevo, aunque con razones diferentes. Rahim regresó de su periplo con la selección de Níger -que le hizo estar ausente en el choque de Gijón de la semana pasada- y aunque Pomares no estuvo a mal nivel en el derbi, el africano volvió a convertirse en el lateral zurdo con sus frecuentes subidas al ataque.
Y para acompañar a Calvo, Calleja tiró de la sobriedad de un Oier Luengo que la temporada pasada ya demostró estar más que preparado para saltar al once cuando la ocasión lo requiere. Como ya hiciera entonces, en vasco cumplió con un rol importante en las vigilancias y las disputas y se complementó a la perfección con Calvo. A David Costas le tocó en esta ocasión esperar su oportunidad desde el banquillo.
Cambio de pivote defensivo
Pero los cambios para asegurar la labor atrás no se limitaron a la defensa. El pivote posicional fue esta vez ocupado por Kwasi Sibo en el lugar del hasta entonces fijo en los planes del entrenador Alberto del Moral. Y el ghanés cumplió con su función aportando equilibrio al centro del campo de los azules y permitiendo a Cazorla y Colombatto mayor libertad para buscar posiciones de remate en el área del Cartagena. La conclusión de todos los cambios es que el Oviedo volvió a dejar su meta a cero, algo que ya había logrado en las dos primeras jornadas, elevando a 3 los choques sin encajar ningún tanto, una cifra que contrasta con los 6 goles en contra de las jornadas 3 y 4.