Leganés y Joma, unión en revisión
El club decidirá en las próximas semanas si renueva con su suministrador tradicional o cambia por primera vez en más de una década. En 2020 estuvo cerca de firmar con Kappa.
El Leganés afrontará en las próximas semanas el proceso para decidir si lleva a cabo un cambio en su proveedor técnico oficial de equipamientos o si, por el contrario, mantiene el acuerdo con Joma, empresa toledana históricamente vinculada a los pepineros y con la que retomó matrimonio en la temporada 2011-2012, hace ya más de una década. El contrato vigente entre ambas finaliza la próxima temporada, pero se deberá dilucidar su futuro en breve, toda vez que el diseño de las camisetas de la 24-25 comenzará en el próximo otoño. Para entonces se debe tomar una decisión.
Por el momento, el modelo de camiseta que sucederá a la actual ya está confirmado y en fase de producción. El Leganés la dará a conocer durante los primeros meses de verano siguiendo, además, la línea de los últimos cursos. Esto es, dando a cada indumentaria un protagonismo propio, con su propia historia y, seguramente, su propia línea argumental de lanzamiento. También podría modificarse el orden de las camisetas para darse a conocer primero la segunda o tercera zamarra. Ya le curso pasado, por ejemplo, el club anunció sus equipaciones en un orden infrecuente: tercera, primera y segunda equipación.
Sobre la mesa de esta nueva negociación hay varios ingredientes nuevos. El primero, la nueva propiedad. Aunque el equipo de Marketing de club se mantiene, será el estreno de Blue Crow en un proceso de estas características. Del voto de calidad que tengan los nuevos propietarios podría depender la renovación o no del pacto con Joma o la apertura hacia otros suministradores. Cabe recordar que este holding estadounidense posee otros clubes con presencia de otras empresas en sus indumentarias.
Kappa, cerca en 2020
La última renovación de Joma y el Leganés se anunció en junio de 2020, un año antes de que finalizara el anterior contrato. Fue un pacto por dos temporadas más y llegó después de que Kappa pujara fuerte por hacerse con la camiseta pepinera. Tal y como contó en su momento AS, hubo un acuerdo cercano, pero las pretensiones de la compañía italiana echaron atrás el acuerdo.
La empresa quería llevar el control de las tiendas que entonces tenía el club abiertas. El Lega se negó a aceptar una condición que sí asumieron otros clubes y, finalmente, siguió adelante con Joma, compañía que ofrece costes bajos de precio de venta al público y una alta capacidad de personalización de las indumentarias como mayores ventajas frente a otros potenciales competidores.
El Leganés ya vistió Joma en su estreno en Segunda División y hasta 2003, fecha en la que el aterrizaje del argentino Grinbank a Butarque deshizo el pacto. Después llegaron otros suministradores técnicos como Brokal, Hummel o Bemisser. En 2011, el Leganés volvió a Joma y desde entonces el matrimonio ha funcionado a la perfección convirtiendo a los pepineros en uno de los clubes emblema de la marca aún incluso tras su descenso a Segunda División.