Leganés, talento al límite
Ante el Espanyol, Raba y Miguel de la Fuente se marcharon tocados por sobre esfuerzo. El ‘9′ ya había goleado al Amorebieta con molestias. Miramón y Neyou acabaron también KO.
El Leganés, insisten sus arquitectos, insiste Borja Jiménez, es un equipo que tiene en la esencia de esa palabra, de equipo, su éxito. El sacrificio individual en busca de la gloria colectiva para, paradojas del fútbol, hacer que cada individuo brille. Aunque sea al borde de la lesión. Que se lo digan a Miguel de la Fuente y Dani Raba. Ambos futbolistas, quizá los más talentosos de este inicio de temporada en los pepineros, acabaron el partido frente al Espanyol muy tocados, al borde de la lesión fruto del esfuerzo continuado que realizaron y su voluntad por jugar pese a todas las cosas. Ejemplo de que este Lega ejecuta con esmero la máxima de Alfredo Di Stéfano, aquella que decía que ninguno es mejor que todos juntos.
“Quizá haya gente que hubiera pensado que estaba loco al quitarlos”, bromeó el pasado viernes Borja Jiménez en sala de prensa al ser preguntado por los cambios de ambos futbolistas, primero relevos ante el Espanyol. “Tanto Miguel como Raba han sido cambios obligados, si no, no los hubiera quitado nunca”, repitió sincero. “Pero ninguno de los dos podía. Dani ha forzado para salir después del descanso y Miguel también… Es que estábamos haciendo muchísimo daño. En todas las contras”, admitía el preparador, que dejaba así al descubierto el sacrificio de sus futbolistas por aportar. No es nuevo.
Neyou, Miramón, Undabarrena…
Ya ante el Amorebieta, Miguel de la Fuente jugó tocado, con molestias. Y aún así le dio para hacer tres goles en una hora. Ésta y otras muestras de voluntad, de no querer borrarse bajo ninguna circunstancia, ejemplifican el sacrificio de un bloque que incluso tiene a los violinistas al servicio de los morteros. Todos trabajadores leales por la causa.
Ante el Espanyol también acabaron al límite otros dos jugadores de sacrificio constante, aunque en su caso, de perfil más trabajador. Miramón (regresaba tras una rotura de fibras) y Neyou acabaron tiesos, pidiendo el cambio, pero sin opción de relevo porque el Leganés, precisamente por esos problemas de Raba y Miguel, agotó dos cambios con sólo dos ventanas. La tercera fuera para la entrada de Chicco por Undabarrena, que también acabó sin energías después de volver a jugar de inicio y hacer otro ejercicio de derroche por la causa. Talento al límite para ser líderes de Segunda.
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