Las razones del peor visitante de la categoría
El cuadro blanquiverde acumula cuatro partidos sin marcar y es el más goleado con una tarjeta de 18 goles encajados en ocho encuentros
Las estadísticas, a veces, son frías. Pero en otros casos dejan muy a las claras los motivos que hacen que un equipo esté en un lugar determinado de la clasificación. En el caso del Córdoba, sus números como visitante son aterradores. En ocho partidos lejos de El Arcángel, sólo ha sido capaz de conquistar un punto y acredita una tarjeta de tres goles a favor y 18 en contra.
Curiosamente, anoche, Ania, en la sala de prensa del estadio de los Juegos del Mediterráneo en Almería, defendía la idea de dejar su portería a cero, si tuviera que elegir en qué área dominar porque le “garantizaría” un punto. Sin embargo, lo cierto es que el Córdoba no ha sido capaz de cumplir con esa premisa en ninguno de los partidos de Liga que lleva disputados. De hecho, ni lo hizo en el encuentro de Copa ante el Olot, de Segunda Federación, que le terminó apeando en la tanda de penaltis.
El Córdoba presenta 18 goles recibidos, siendo los partidos de Huesca o el de ayer de Almería como los más dolorosos, puesto que encajó cuatro tantos en cada uno. También recibió tres goles en su visita a Elche y dos en los enfrenamientos ante el Cádiz o el Racing de Santander. En las visitas a Miranda, Granada y Albacete, donde sumó su único punto, uno.
Precisamente, en Albacete se cerró una exigua cuenta goleadora. El Córdoba, hasta el momento, sólo ha conseguido tres goles como visitante en lo que va de temporada. El primero fue testimonial de Casas ante el Elche, porque estaba la contienda resuelta; el segundo dio unas ciertas esperanzas en Huesca después de que Adilson acortara distancias antes del descanso; y Jacobo, en el Carlos Belmonte, materializó un golazo larga distancia.
A partir de ese momento, cuando quedaban 10 minutos para el final de la contienda, el Córdoba se olvidó de marcar como visitante. Y ésa es una de las condenas del Córdoba en la presente temporada. No puede contrarrestar la debilidad ofensiva con el acierto en ataque, algo que también le impide acercarse a la victoria.
Tras ese gol de Jacobo en Albacete, el Córdoba, en Granada y pese a tener uno menos, dispuso de alguna ocasión que no materializó. En Santander, el Racing, con parte de la segunda unidad, le venció sin darle opción y con escasa presencia ofensiva. En los dos últimos, ante el Cádiz y el Almería, los porteros rivales le privaron de tener más opciones. De hecho, esta secuencia se prolonga ya durante 370 minutos de competición y es otro problema para un equipo que sólo sabe responder como local. Y su próximo encuentro es en El Molinón ante el Sporting.
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