La U.D. se levanta en ascenso directo 165 partidos después
Las Palmas se acostó en segunda posición liguera, algo que no conseguía desde el inicio de la temporada 2018-19.
Decía García Pimienta tras el encuentro ante el Andorra de este pasado lunes que marchar segundo a estas alturas de la temporada “me preocupa cero”. Pero que en lo que sí mostraba satisfacción el técnico amarillo era que llevamo “siete puntos de nueve y eso ya no nos los quita nadie”.
Marchar segundo a estas alturas de la temporada o cualquier otra posición no es ni mucho menos definitivo, ni marca el destino final a fuego. El año pasado a estas alturas del campeonato la Ponferradina y el Valladolid eran los que me han comandaban la clasificación, la temporada anterior la 2020-2021 los que lideraban la tabla eran Almería y Sporting de Gijón y una campaña anterior serían Cádiz y Fuenlabrada los que lo harían en la tercera jornada.
Aun siendo que en estos tres últimos años de esos seis equipos dos acabaron subiendo matemáticamente, es lógico abrazar las tesis del entrenador amarillo. Sin embargo, no deja de ser una alegre anécdota que los grancanarios se hayan despertado este martes como segundos de la clasificación.
Y es que esta posición, la segunda, era un lugar en el que no se veía la Unión Deportiva Las Palmas desde la quinta jornada del campeonato 2018-19. Es decir, han tenido que pasar ciento sesenta y cinco encuentros ligueros para que los amarillos se vuelvan a ver con los dos pies en el ascenso directo.
Quedan todavía treinta y nueve encuentros, muchísimos, no obstante esta posición no parece fruto de un sorpresivo inicio fulgurante sino de un trabajo que se inició en marzo del año pasado cuando los amarillos empezaron a encadenar victorias que le acabaron aupando a los puestos de promoción.
Es lógico, por tanto, el estado de optimismo que se vive en el entorno amarillo porque además estas dos últimos victorias se lograron sin el concurso de Jonathan Viera —máxima figura del equipo—, Kirian Rodríguez —pieza fundamental el curso pasado— o sin los fichajes de Sandro Ramírez y Vitolo Machín. Lo cual deja entrever que adosando este inicio de temporada al final de la campaña pasada hay sensación de que el equipo puede competir con los grandes aspirantes de la categoría por un puesto en lo más alto y que se le intuye profundidad.