IBIZA
La solidez defensiva y la fortuna catapultan al Ibiza
El equipo ibicenco atraviesa su mejor momento de resultados en la nueva etapa de Javi Baraja como técnico. Con dos victorias consecutivas, los celestes parecen remontar el vuelo.
La UD Ibiza consiguió este pasado sábado su segunda victoria consecutiva en LaLiga SmartBank en la etapa de Javi Baraja como entrenador. La mejor racha de resultados en lo que se lleva de temporada, cimentada en la solidez defensiva mostrada por los celestes, pero también en importantes dosis de fortuna. Todo vale en el fútbol, y lo que cuentan son los puntos. Han sido seis en dos jornadas para un Ibiza que parece remontar el vuelo, escapando poco a poco de la zona peligrosa de la categoría. Los baleares no ganaban dos partidos consecutivos desde enero de este año, cuando desembarcó Paco Jémez como entrenador para la segunda vuelta de la Liga 21-22. En aquella ocasión conseguieron tres triunfos seguidos.
Ahora el Ibiza de Baraja se ha enchufado. Ante el Oviedo los isleños se mostraron como un equipo compacto, con las líneas juntas y sin apenas fisuras en defensa. Por segunda jornada consecutiva el Ibiza mantuvo su portería a cero. Fuzato volvió a ser el guardián perfecto. El portero, uno de los fichajes de este verano, desbarató todas y cada una de las acciones de peligro en las que se vio obligado a intervenir. Ya dijo Baraja que iba a ser una de las sensaciones del campeonato y va acumulando argumentos para ello.
Bien es cierto que otra vez la suerte le fue favorable a los pitiusos. Si la victoria frente al Tenerife llegó con un autogol de los tinerfeños (se lo marcó en propia puerta el francés Jérémy Mellot), ante el Oviedo los asturianos tuvieron ocasiones para al menos empatar, e incluso ganar. De hecho, el ovetense Obeng estrelló el balón en el larguero tras un remate de cabeza. La falta de puntería de los astures benefició al Ibiza, que supo sufrir para aferrarse al triunfo.
Además, el Ibiza gozó de su primer penalti de la temporada. Si hasta ahora había sufrido dos penas máximas en contra, la primera que tuvo a favor el conjunto ibicenco fue letal. Ekain, con tranquilidad pasmosa, transformó la pena máxima que supusieron tres puntos vitales para los celestes. El vasco ya demostró, en la final por el ascenso a Segunda División ante el UCAM Murcia, que no le tiemblan las piernas desde los once metros y que goza de una espectacular sangre fría en los momentos más tensos.