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MÁLAGA 1 - ALBACETE 2

La Rosaleda apunta al banquillo: “Guede vete ya”

La afición del Málaga mostró su malestar por otro mal partido y derrota de su equipo, que no levanta cabeza en casa. También se escucharon gritos pidiendo la dimisión de Manolo Gaspar.

Guede, dando instrucciones a Hervías.
MARIANO POZODiarioAS

La afición del Málaga no aguanta más. Pablo Guede pidió tiempo y paciencia para dar forma a una plantilla muy renovada y con muchas caras nuevas. Pero la grada de La Rosaleda lleva demasiadas temporadas penando y quiere ver a su equipo peleando en la zona alta de la clasificación cuanto antes. La enésima derrota del Málaga como local desató de nuevo el malestar de la hinchada blanquiazul, que señaló directamente a su entrenador. “Guede vete ya” fue el cántico mayoritario cuando finalizó el encuentro y se constató un nuevo traspié, esta vez ante el Albacete (1-2).

Además de apuntar contra el banquillo, un sector de la afición también mostró su disconformidad con la labor del director deportivo, Manolo Gaspar, y se escucharon algunos gritos pidiendo su dimisión.

Los errores defensivos condenaron al Málaga (cuatro de los cinco centrales de la plantilla están en la enfermería) y Guede trató de defender a sus jugadores tras el encuentro. “Les felicité porque lo dejaron todo. Faltó concentración en los primeros minutos”, afirmó el argentino, que no puso réplica a los cánticos de la afición: “No tengo nada que decirle a la gente. La gente sabe lo que pienso y es soberana. Se expresa como quiere y en ese sentido no tengo nada que decir. No puedo controlar el sentir de la gente y como se quiera expresar. No me voy a meter ahí. Duele, por supuesto que duele, porque uno tiene sentimientos. Pero también me hace más fuerte para revertir la situación. Yo no me doy por vencido, ya me conocen. Tengo claro que lo vamos a revertir, esto recién empieza. Yo no me entrego. Después lo que mandan son los resultados”.

El preparador argentino volvió a hacer referencia a la paciencia que requiere su proyecto: “La plantilla es muy competitiva y hay que darle su forma, no se arma de la nada. Eso requiere tiempo, paciencia, y no hay tiempo en el fútbol y se ve que no hay paciencia. A partir de ahí, a seguir trabajando”.