La renovaciones, a la espera de la permanencia
Hasta siete jugadores de la actual plantilla acaban contrato a final de temporada: Adri Vilanova, Rubén Bover, Iván Gil, Pastor, Pampín, Diego González y Martí Vilà.
En Andorra no hay distracción posible. Todos los esfuerzos y energías están depositadas en sacar al equipo de la zona descenso. Con lo realizado hasta la fecha, al bloque tricolor no le ha llegado para catapultarse hasta las plazas de permanencia, por lo que toca seguir remando. No están lejos, tan solo les separa un punto de los puestos de salvación, pero falta dar ese paso. Este domingo, los de Eder Sarabia visitan al Alcorcón, que suma un punto más, aunque también está en descenso, por lo que ganar es innegociable.
La viabilidad del proyecto del Andorra pasa por continuar en el fútbol profesional. Evitar ser un club ascensor es el objetivo tricolor y no se quiere decir adiós a Segunda. El actual es su segundo curso de la historia en la categoría de plata del fútbol español y ahí se quiere continuar. Por ello, ganar partidos es vital. Y es que las actuales dudas sobre dónde jugará el Andorra la próxima temporada están afectando, claro, a la planificación de la plantilla del próximo curso. Un ejemplo es que los futbolistas que a final de campaña acaban contrato están en el limbo. Hay incertidumbre sobre si seguir o no. En la actual plantilla hay hasta siete futbolistas que ya pueden negociar con otro club porque el 30 de junio serán libres: Adri Vilanova, Rubén Bover, Iván Gil, Álex Pastor, Diego Pampín, Diego González y Martí Vilà. Si el club sigue en Segunda, no hay duda, que se les querrá mantener. Pero si hay descenso a Primera RFEF, retener a algunos de ellos será misión imposible.
Hay jugadores, como Iván Gil y Diego Pampín, con los que la dirección deportiva ya se ha reunido para ofrecerles la renovación. Pero claro, sin saber en qué categoría se va a competir, es imposible obtener una respuesta. Los futbolistas, como no, optan por esperar y la entidad del Principado se muestra paciente y comprensible. Y más teniendo en cuenta que el presupuesto en Segunda no sería el mismo que en Primera RFEF. Por este momento de incertidumbre con la marcha del primer equipo, todas las negociaciones están en punto muerto. Primero hay que lograr la salvación y, después, ya se acelerarán en las negociaciones.