La reivindicación de Iñigo Vicente
¿Siempre vuelve o es que nunca se había ido? La victoria del Racing ayer sobre el Sporting deja varias claves sobre la mesa y una es la de que Iñigo Vicente volvió a ser el jugador desequilibrante de siempre. La cicatriz que le dejó su lesión en la cadera le quitó la pretemporada y claro, acostumbrados a esa versión angelical..., nos supo a poco el inicio.
No lo decían las estadísticas, que lo situaban como uno de los mejores recuperadores de balón y el mejor pasador (hacia adelante) de LaLiga Hypermotion. Ayer se fue para casa con su segunda asistencia de la temporada, sus pases de auténtico mago y su dominio de partido. ¡Y eso que el campo era un patatal! Ya lo avisó el miércoles, “me gusta la presión y que me rajen un poquito”. Después de lo de hoy, a ver quien raja de él ahora...
Si hasta lo dice Carriazo...
“Este Racing va en serio, este es mi Racing”. Así concluyó ayer Toñín Carriazo, el hombre siempre negativo según Juan Banderas, su intervención en Carrusel Deportivo Cantabria de la SER. Y lo dijo porque el Racing en ningún momento fue a especular o a guardar el tesoro, siguió mirando con ahínco la portería contraria pese al 1-0. Ya sé que me diréis que el Sporting apretó al final, como para no hacerlo si iban palmando...
Pero la sensación de Racing serio y valiente, con la línea adelantada, hace presagiar que es un serio candidato a todo. Rubén Albés, uno de los mejores entrenadores de Segunda y amante de salir con la pelota desde atrás, dio la consigna de salida de no arriesgar un pase desde atrás y en buena medida el partido consistía en un pelotazo sobre Otero y Dubasin que siempre cortaban Manu Hernando y Montero. Mérito de José Alberto.
Dique de contención
Que los equipos de construyen desde atrás es un dicho es dicho bastante común. Que la reconstrucción del Racing debía ser desde atrás, también. Con un ataque imponente, que lo sigue siendo, los goles encajados fueron lo que apearon al equipo de José Alberto de jugar el playoff.
Se tomó nota en el mercado y se acertó. Que Manu Hernando era muy bueno ya lo sabíamos, pero ahora también sabemos que no está solo. A su derecha, Michelin se lleva la estrella no solo por su gol, que también, sino por cómo logró maniatar a Gaspar Campos, que es uno de los más activos de Segunda. Y a su izquierda, Montero ha vuelto a dar otro recital. Jugando con el balón y y despejando.
Estos tres se llevaron ayer las tan preciadas tres picas del AS (y ahora, también, los 10 puntos del Biwenger), pero es que cuando José Alberto miró al banquillo y metió a Javi Castro, que salió concentrado, enchufado y bloqueando dos disparos, uno tras otro, que iba con peligro hacia Ezkieta. Lo dicho, el Racing atrás tiene un muro de contención.
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