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REAL ZARAGOZA

La pesada herencia de Torrecilla

Gueye y Petrovic son por rendimiento y salario los peores legados del anterior director deportivo, pero no les va a la zaga la ampliación de contrato hasta 2024 de James Igbekeme.

ZaragozaActualizado a
Miguel Torrecilla, con unos  de los representantes de Pape Gueye.
Alfonso ReyesDiarioAS

Hace más de dos meses y medio que Miguel Torrecilla abandonó el Real Zaragoza con la carta de despido en el bolsillo, pero el ejecutivo salmantino dejó una pesada y enrevesada herencia a la que ahora intenta dar solución Juan Carlos Cordero en este mercado invernal. Gueye y Petrovic son por rendimiento y salario los peores legados de Torrecilla, cuya lista de apuestas fallidas en sus dos años de ejercicio en el cargo no tiene parangón en la historia del club aragonés, pero no les va a la zaga la ampliación de contrato hasta 2024 de James Igbekeme antes de marcharse cedido al Columbus Crew estadounidense, una maniobra que está dificultando la salida este mes del nigeriano para liberar una ficha y masa salarial.

Cordero trabaja a marchas forzadas para poder dar satisfacción a Fran Escribá y firmar un par de refuerzos en este mercado invernal que eleven el nivel competitivo del Real Zaragoza, especialmente en su frente de ataque, donde carece de regateadores y de un delantero centro que complemente a Giuliano y a Azón, pero se ha encontrado con las 25 fichas cubiertas de la plantilla y con el límite salarial prácticamente cubierto tras la contratación a préstamo del chileno Alarcón.

Después de rescindirle el contrato a Lasure, el nuevo director deportivo pretende dar salida en estas últimas dos semanas de mercado a James, Petrovic, Quinteros y Gueye, por más que sea muy complicado darle la vuelta al préstamo del senegalés, pero la cesión del mediocentro nigeriano parece la más próxima, quizá con destino al Lugo, pero sin descartar que acabe en el extranjero.

Por su parte, Petrovic, con contrato hasta el próximo 30 de junio, gana 600.000 euros -le queda por cobrar la mitad- y eso dificulta cualquier negociación, mientras el futuro del central boliviano Quinteros, con año y medio más firmado y producto de las famosas sinergias y no directamente de Torrecilla, está en una cesión a un equipo de Primera RFEF, aunque su salario es de los más bajos de la plantilla.

Respecto de Gueye, la negociación con el Oostende la llevó a cabo el grupo inversor que posee la mayoría accionarial del Real Zaragoza, pero quien prescribió su fichaje fue Torrecilla, que lo conocía de su etapa como director deportivo en el Waasland-Beveren belga. Pese a lo que se dijo en su presentación, el gigante senegalés fue la última y apresurada alternativa de Torrecilla, después de que se fueran cayendo los principales objetivos, empezando por Camello.