La nueva vida de Óscar González
El último ‘10′ icónico del Real Valladolid es el alma máter de la Parquesol Cup, que se disputa este fin de semana, y está dando sus primeros pasos como entrenador de base.
Hace unos días se cumplieron seis años del último partido con el Real Valladolid de Óscar González. Ante el Mallorca, el mediapunta se calzó por última vez las botas, algo que entonces nadie imaginaba. Tenía ofertas, una en concreto que parecía ir a cristalizar y que le llevaría al Leganés. Nunca más se supo. Si bien unos días más tarde se despidió por carta de la que fue su afición, quedó en un limbo; como la magia que hacía, ¡chas!, desapareció de la ‘vida pública’. Después de varios años, en 2021 volvió al fútbol de la mano del CD Parquesol.
“No me picaba el gusanillo. Tenía un restaurante, que traspasé, y me dedico a vender productos míos de la finca; jamones y embutidos. Estuve a gusto con lo que hacía en Montellén [y que sigue haciendo], pero desde el año pasado me estoy dedicando un poco al fútbol. Estoy sacándome el título de entrenador, aunque cuando era jugador decía que nunca iba a entrenar, estoy entrenando benjamines y me gusta mucho”, reconoce el icónico ‘10′. Tanto es así que es el alma máter de la Parquesol Cup, un torneo de categorías inferiores que se disputa este fin de semana.
Con humildad, aunque el conjunto del que forma parte le otorga suma importancia, Óscar explica que él ayuda, y que ese equipo humano que ha organizado esta cita, que contará con una treintena de clubes, lo conforman “cuatro o cinco personas que han currado y siguen haciéndolo por el bien del torneo”. Su labor ha sido la de “ayudar a mejorar el torneo”, aprovechar su red de contactos para que pudieran estar algunos equipos o patrocinadores. “Vienen el Atlético, el Porto, Osasuna... Es un honor para el Parquesol. Es un torneo muy bonito y muy chulo”, afirma.
Las categorías participantes serán la alevín de 2011 y la benjamín de 2013, además de ir a jugar equipos femeninos de edad sub’12. “Este tipo de eventos es muy bonito; para los niños es una experiencia, les ayuda, aprenden y hace que les guste el fútbol y quieran hacer deporte”, pondera el salmantino, focalizado en la formación de los futbolistas y convencido de que la Parquesol Cup tiene todos los ingredientes “para ser un gran torneo”. “La organización es magnífica y lo tiene todo para que se vea que el club es uno de los grandes de Castilla y León”, agrega.
Las vivencias de papá
Óscar González colgó las botas en silencio y con apenas 33 años. “Sobre todo por la columna”, que ya le había dado guerra con varias hernias. “Para estar dos semanas bien y tres mal, no me merecía la pena”, considera, aunque no oculta que su hijo mayor le dice que si hubiera jugado más tiempo le habría podido ver “un poco más”. A veces, todavía echa algún partidillo, pero, aunque haga trabajo previo de fortalecimiento, “para el fútbol es difícil que pueda estar”, debido a sus movimientos explosivos. Ahora de ello disfruta a través de sus hijos y de los niños que entrena.
Así, hace poco estuvo en un torneo en Torrelavega, donde estuvo con David Villa, con quien compartió “habitación durante dos años” mientras militaban en el Real Zaragoza. Tanto él como Gerard Piqué o Sisi han ejercido de padrinos enviando mensajes de ánimos a la organización y a esos pequeños que inundarán el fin de semana el José Luis Saso de fútbol. “Es algo bonito. Para ellos también es especial porque tienen niños de esta edad. Es un ambiente bonito que vivimos en su día y que ahora disfrutamos como padres”, pondera Óscar.
Esa experiencia del ‘10′, que jugó más de 300 partidos en la élite contando su etapa en el Olympiacos, la comparte con los niños a los que entrena, pero también con sus padres, que son quienes más le recuerdan. Las plataformas digitales facilitan que esos peques hayan visto sus goles, aunque Óscar es de los que tienen “algo de manía a las tecnologías”, ya que cree que “han roto mucho las costumbres de los niños”. A los suyos, los lleva a Zorrilla siempre que puede, ahora que les gusta más ir. A los que dirige, los entrena con la premisa de que aprendan “una cosa cada día”.
“Ahora que estoy un poquito más involucrado, creo que el fútbol base necesita ayuda, porque de Valladolid y de Castilla y León salen pocos chicos. Hay que intentar que salga más gente joven de aquí que abastezca a un equipo de Primera como es el Real Valladolid. Ahora los niños empiezan muy tarde; a los equipos llegan niños que no han jugado al fútbol, cuando antes se jugaba mucho más en la calle: cogías movilidad, ritmo, manejo de balón...”, reflexiona uno de los grandes productos de la Residencia de Jóvenes Jugadores del Pucela.
Quienes lo tratan a menudo, cuentan que Óscar González va a ser un gran entrenador, uno que, sin embargo, se toma las cosas con calma; no quiere correr a la hora de quemar etapas. “El año que viene voy a entrenar a un alevín”, dice él. “Me gusta el fútbol 7. En el Parquesol hay niños que saben jugar bien al fútbol, con buenos conceptos”, regatea. “A ver qué pasa”, desliza al primer toque, sonriendo, cuando se le pregunta más allá, como si no hubiera más mañana que ese futuro equipo que entrenará o, incluso, que la Parquesol Cup de este fin de semana.