La mejoría en casa no fue suficiente
El Tenerife fue el tercer mejor local de la temporada, pero empeoró, y mucho, los números a domicilio y por ello estuvo lejos de pelear por el Playoff.
La constancia y la regularidad. Esas son dos de las principales virtudes en el fútbol que permiten conseguir los objetivos. Al Tenerife le falló en esta recién finalizada campaña y por eso no pudo pelear por nada. El resumen es sencillo: los de Ramis mejoraron sus números en el Heliodoro, pero los empeoraron –y mucho-, a domicilio.
Tanto es así, que los blanquiazules acabaron como el tercer mejor local de la temporada, solo superados por Granada y Deportivo Alavés gracias a sus 12 triunfos, seis empates y tres derrotas. Tan solo Real Zaragoza, Oviedo y Éibar fueron capaces de llevarse los tres puntos de la Isla.
Se celebraron 28 goles ante su gente, 11 de los cuales los consiguió anotar Enric Gallego, quien acabó como máximo goleador del equipo. Además, en diez encuentros se terminó con la portería a cero y solo en cuatro no se vio puerta.
Sin embargo, después de haber hecho historia la campaña anterior como visitante (ganando en once estadios), los insulares volvieron a las andadas y solamente sumaron 15 puntos sobre 63 posibles fuera de casa. El Plantío de Burgos y Cartagonova fueron los únicos dos campos le que vieron ganar, y por la mínima.
“Las lamentaciones al muro”, dijo Luis Miguel Ramis en alguna comparecencia de prensa. Eso sí, apuntó que “en mi opinión merecemos muchos más puntos de los que tenemos porque veo el grupo y el equipo que es y ha merecido mucho más”, expuso.