La mala suerte se ceba con Avilés
El extremo del Leganés no había sido todavía titular. A los dos minutos de jugar de inicio frente a Osasuna Promesas se lesionó. Naim, en la situación opuesta.
La mala suerte parece haberse cebado con Javier Avilés, extremo del Leganés (26 años) que ayer viernes, ante Osasuna Promesas, sufrió una lesión apenas iniciado el partido (2-0). La acción tuvo lugar en el segundo minuto del encuentro. Un fastidio. Porque ante el filial de los rojillos, Avilés salió por primera vez titular. Anteriormente no lo había hecho mezcla de decisiones técnicas y otras molestias que lo habían apartado con regularidad de los entrenamientos. El madrileño no termina de tener la fortuna de cara para asentarse como un recurso recurrente.
En esta pretemporada, tal y como contó As, tenía argumentos a favor, como la falta de recursos ofensivos en la pizarra de Borja Jiménez. Con Naim, es el único extremo nato que tiene la plantilla pepinera. Y aún así el muchacho estaba bajo la lupa de una prueba constante, lo que se ha convertido su estancia en el Leganés desde que Pellegrino empezó a darle minutos en Primera allá por 2018. Ahora el canterano volvía de cesión (en el Lugo no lo hizo mal) para intentar integrarse en la dinámica pepinera. Esta dolencia, de la que no se ha informado aún, aunque no parece grave, le tendrá de nuevo colgado de un signo de interrogación recurrente.
Naim García, caso opuesto
En el polo opuesto, justo donde juega, se encuentra el mismo Naim García. El extremo zurdo también jugó ayer de inicio ante Osasuna Promesas. En su caso, no era su primera titularidad del verano, ése en el que ha vuelto tras otra cesión, en su caso, a la Ponferradina. Fue titular contra el Getafe en el segundo amistoso del curso, sólo que frente a los azulones no convenció e incluso se llevó una llamativa bronca de Raba por la acción del 1-0, el único gol que tuvo este derbi descafeinado de verano. Sin embargo, en esta su segunda vez de la partida, Naim sí que dejó mejores sensaciones.
Marcó el gol del 1-0 y fue de lo más incisivo durante el encuentro. Es una de sus virtudes. Una verticalidad que, bien exprimida también en sentido inverso, podría dar sus frutos. Esa concentración, ese sacrificio de ida y vuelta es una de las mejorías que el Leganés le reclama para seguir su crecimiento. Con todo y con eso, tanto él como Avilés apuntan a tener opciones, al menos hasta que se cierre el mercado, visto que los refuerzo blanquiazules se verán ralentizados e incluso limitados por los condicionantes del límite salarial.