La eterna espera de Vadillo
El gaditano aún no ha debutado debido a la rotura de sóleo que sufrió en pretemporada. Convocado ante el Granada, no viajó a Andorra, pero podría estrenarse esta semana.
Álvaro Vadillo es el único jugador de campo de la primera plantilla del Eibar que aún no ha participado en las seis jornadas disputadas en LaLiga SmartBank. Las complicaciones sufridas en su lesión muscular en el sóleo de su pierna izquierda están retrasando semana tras semana su debut. Cedido por el Espanyol, el cuadro armero tenía muchas esperanzas depositadas en un atacante desequilibrante con chispa. Más si cabe tras un estreno soñado en pretemporada, marcando un golazo en la victoria sobre el Huesca. El de Puerto Real apuntaba a ser clave en el esquema de Garitano. Sin embargo, los problemas físicos están truncando su comienzo en el Eibar.
Tras un lento proceso de recuperación y una eterna espera, Vadillo podría debutar este próximo fin de semana en Ipurua frente al Racing de Santander. Convocado en el último partido en casa contra el Granada, se quedó fuera de la lista para viajar a Andorra, tratando de no asumir riesgo alguno. El extremo de 28 años lleva dos semanas entrenando junto a sus compañeros y, si no hay ningún contratiempo esta semana, figurará en la convocatoria de Garitano para la séptima jornada. Con capacidad para jugar en ambas bandas, e incluso en la mediapunta, el canterano bético puede ser un buen desatascador para los armeros. Una arma ofensiva más para el segundo equipo con más pólvora de este inicio liguero, con 10 goles a favor, solo por detrás de los 11 del Villarreal B.
Este lunes, Vadillo se ha ejercitado nuevamente con el grupo, de modo que empieza a ver la luz al final del túnel en una semana en la que los armeros entrenan todos los días a excepción del martes, día de descanso para la plantilla. Sesiones matinales en Atxabalpe y el jueves en Ipurua, para preparar el duelo frente al Racing de este domingo a las 18:30. Un partido vital para contrarrestar los malos resultados a domicilio y alargar el pleno de victorias.