La asignatura que Moleiro no quiere que le quede para septiembre

Si hubiera un jugador en la Unión Deportiva Las Palmas que sirviera para fundar un imperio futbolístico, más o menos grande, a medio plazo ese futbolista sería sin duda alguna Alberto Moleiro (30/09/2003). El joven canterano ha dado sobradas muestras como escudero de Jonathan Viera y como alguien a quien confiarle galones y mando en el último tercio del campo.

La pasada campaña, Pepe Mel contó con el tinerfeño desde el primer encuentro ante el Valladolid en el que disputó 26 minutos saltando desde el banquillo. En la siguiente jornada, en la visita a Montilivi, Moleiro estrenaba titularidad. En su segundo partido en la categoría de plata ya era titular. Al final de la temporada participó en 35 partidos de los cuales 22 fueron como titular.

Este año Alberto Moleiro ha consolidado aún más su rol de titular solidificado en el tramo final a las órdenes de García Pimienta. De las 38 jornadas disputadas hasta el momento ha jugado 37 partidos, 28 de los cuales los hizo desde el once inicial. El que se perdió fue a causa de una internacionalidad con la Sub-21, en casa ante el Granada.

El jugador ha participado en todo el frente de ataque, aunque a la hora de elegir, Moleiro comentaba hace unos meses sus sensaciones. “Estoy cómodo en el medio, de enganche, entre la línea de defensa y el centro del campo. Es verdad que en la mediapunta me desenvuelvo mejor que en banda pero estoy a disposición del míster y lo que pida.” Algo que ha corroborado el técnico cuando

La influencia de Moleiro en el sistema ofensivo grancanario le ha llevado a ser durante gran parte del campeonato el máximo asistente de Segunda. Actualmente tan solo José Callejón, ha sido capaz de superar en un pase de gol al tinerfeño en esta faceta. Ocho del amarillo frente a los nueve del rojiblanco. Aunque, bien es cierto, que en el primer minuto de juego ante el Zaragoza de la pasada jornada pudo haber sumado su novena.

Sin embargo, si hay algo que le ha faltado a Moleiro es la guinda del gol. Y no ha estado lejos de llevar un buen racimo pues acumula cinco palos en lo que vamos de temporada. “Si hubiesen entrado estaríamos hablando de otra cosa, pero entrarán. No estoy ansioso, ayudo al equipo en defensa, en ataque y llegará porque lo trabajo”, comentaba hace unos meses.

No se equivoca el mediapunta amarillo. La temporada pasada llegó a anotar hasta en tres ocasiones y se acerca la fecha en la que anotó su último tanto. Probablemente uno de los más importantes de las temporadas más recientes. El del empate ante el Oviedo, en el partido que servía de facto para casi certificar cuál de los dos conjuntos jugarían la promoción de ascenso y que Viera se encargaría de convertir en tres puntos vitales con el 2-1 final.

A pesar de todo, no por ello deja de intentarlo, faltaría más. Promedia 0,73 tiros desde dentro del área por partido a lo que hay que sumar 1,23 desde fuera, el cuarto de la plantilla que más lanza. Y se explicaba con su reflexión cargada de confianza: “Considero que tengo gol aunque no lleve ninguno”, aunque a buen seguro querrá celebrar alguno que valga su peso en oro como el que hizo ante el Oviedo.