Kirian redondea la alegría amarilla

Sergio Barcia dio la segunda alegría de la noche en el Estadio de Gran Canaria con el gol que puso el 1-0. Porque, pasara lo que pasara en el césped, Las Palmas había ganado justo diez minutos antes con la vuelta de Kirian a los terrenos de juego. 244 días después y tras superar su segundo linfoma de Hodgkin, el tinerfeño volvió a vestir la camiseta amarilla, a sentirse futbolista y a recibir el emocionado cariño de su afición. El amor de su gente.

Su puro ejemplo de resiliencia y lucha impregnó a una UD Las Palmas que no había sido capaz de animar el partido y poner en serios aprietos a Víctor Aznar. Cada balón que pasó por sus pies mejoró la jugada, supo cuándo acelerar y frenar y tuvo tiempo para dejar dos detalles deliciosos en forma de pases que por un suspiro no supusieron goles de Recoba y Mata.

El 20 saltó al césped en el minuto 77 bajo una atronadora ovación con cantos de “Kirian, Kirian”. Un cariño que se multiplicó con el final de partido a los pies de la grada Naciente, donde se vio al centrocampista visiblemente emocionado por el cariño recibido y por verse nuevamente compitiendo en un terreno de juego.

Hasta el momento, la presión del Cádiz había asfixiado la salida de balón de la UD Las Palmas, que no era capaz de tejer sociedades interiores o desmontar las férreas líneas cadistas, una tendencia que, unida al arreón del Cádiz, apresuró a Luis García a introducir al de Candelaria.

“Ha salido al campo con una pausa tremenda, sabiendo cuándo acelerar y frenar… Nos ha dado todo lo que sabíamos que nos iba a dar”, resaltó en sala de prensa Luis García, que también consideró “un lujo” ver a Kirian bailar con el balón. “Los que tenemos la fortuna de compartir el día a día con Kirian sabemos la ilusión que le hacía. Me siento un privilegiado de entrenarle y vivir el día a día con él”, realzó el asturiano.

Precisamente en un pase del 20 para Recoba se generó el córner que Jonathan Viera puso con música en búsqueda de la cabeza de Barcia. Una jugada que Luis García desveló que estaba preparada y que fue impulsada todavía más con los cambios de Juanma Herzog y Jaime Mata antes del córner para complicar al Cádiz las marcas en el saque de esquina.

Una victoria madurada y agónica que permite a Las Palmas sumar los tres puntos en casa para taponar la herida del Gran Canaria y recuperar a uno de sus activos más importantes: el fútbol de Kirian Rodríguez Concepción.

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