Jon Pérez Bolo, el favorito para entrenar al Oviedo
El club azul parece decantarse por el ex de la Ponfe por delante de Julio Velázquez y trabaja para cerrar su incorporación y convertirse en el sustituto de Ziganda
La primera piedra del Real Oviedo 22/23 llegó con el nombramiento de Tito como director deportivo del conjunto azul y la segunda está cerca de ponerse con la llegada de un entrenador que cubra el espacio dejado por José Ángel Ziganda en casa carbayona. Jon Pérez Bolo es en estos momentos el mejor posicionado para convertirse en el entrenador del Oviedo después de un proceso de selección que está cerca de completarse en los próximos días.
El Oviedo ha manejado en todo momento dos nombres encima de la mesa: el de Bolo y el de Julio Velázquez, avalado este por el nuevo director deportivo Tito. Tras reunirse con ambos y hacer los informes correspondientes, la candidatura del vasco parece contar con mejor informes dentro del club y parece ser el elegido de un peculiar proceso que, como todos los de calado en el conjunto azul, debe contar antes con el visto bueno de México para formalizarse.
El perfil de Bolo tiene el visto bueno de la directiva y ha sido analizado por Tito en los últimos días. El vasco acaba de cerrar un ciclo exitoso de cuatro años con la Ponferradina, club al que aterrizó en Segunda B y lo deja en Segunda quedándose muy cerca del play-off de ascenso. Tras comunicar que no seguía en el conjunto berciano y tras la salida de Ziganda del Oviedo, los rectores del club azul se pusieron en contacto con él para saber su predisposición a entrenar en el Carlos Tartiere.
Las primeras pistas sobre el nuevo entrenador que encabezara el proyecto las dejó Tito Blanco en su rueda de prensa de presentación el pasado jueves “Quiero un entrenador competitivo, que maneje diferentes estilos, sistemas y variables. Un entrenador que transmita y que tenga cierta experiencia para encontrar soluciones. Me gustaría tener pleno convencimiento de que el entrenador que firmemos me genere ilusión. Que le parezca una oportunidad única”, explicó ante los medios. En aquellos momentos, los nombres de Bolo y Julio Velázquez ya estaban sobre la mesa.
Tras el análisis del fin de semana, parece que el nombre del vasco se ha impuesto sobre el salmantino, al que Tito le ha visto trabajar los dos últimos meses de competición en el Alavés, conjunto que al final no logró salvar del descenso de categoría- De Bolo se valora de una forma especial su trayectoria al alza, tras cuatro años en los que la Ponferradina pasó de Segunda B, a consolidarse en Segunda y a convertirse, en los dos últimos años, en una seria alternativa a los puestos que dan derecho a pelear por el play-off de ascenso.
Una plantilla con una base
Ahora, queda el acuerdo entre las partes y refrendo de México, encargado en última instancia de dar el Ok definitivo. Siempre sucede en las decisiones importantes del club. Cuando todo se confirme, Bolo se encargará de asumir el mando en una plantilla que tiene una base hecha con la idea de mantener el proyecto que esta temporada se quedó tan cerca de los puestos de play-off.
Será a partir de entonces cuando Tito y Bolo se reúnan para dar los primeros pasos en la confección de una plantilla que parte de 16 fichas comprometidas, al contar con 15 jugadores con contrato en vigor respecto al presente curso, además del fichaje de Quentin Braat, que procede de la segunda división francesa.