Jacobo: goles con valor añadido
Cinco de los seis tantos del jugador madrileño para el Córdoba han sido decisivos suponiendo 7 puntos
Los goles son un factor estadístico en el mundo del fútbol. Al final de una temporada, pueden dar una idea del rendimiento de los jugadores. Pero, a veces, esos goles tienen un valor añadido por el momento en el que llegan. Y, en ese sentido, Jacobo se ha convertido en todo un especialista para los intereses del Córdoba.
El atacante madrileño presenta en la presente temporada una tarjeta de visita que contempla seis dianas y tres asistencias. Unos números interesantes, atendiendo a que con el gol de ayer batió su mejor registro en el fútbol profesional que estaba en cinco goles materializados la pasada temporada con el Alcorcón. Y no muy lejos de los siete que hizo con el Celta en Segunda B, pero sí de los 13 facturados en la campaña 21-22 con el Sabadell en la recién creada entonces Primera Federación.
Pero el caso es que Jacobo ha tenido una incidencia capital en el Córdoba. Cinco de sus seis goles llegaron en momentos clave para cambiar la suerte del partido. En números redondos, se podía decir que Jacobo ha aportado 7 de los 39 puntos del Córdoba, ya que después no se movió el marcador.
El último ejemplo data de ayer en Ferrol, cuando anotó un tanto en el minuto 91. El madrileño apuntaba que “fue un partido muy competido porque en la primera parte nos costó y entramos en su juego de idas y vueltas sin control de partido. En la segunda parte sí entendimos lo que hacía falta. Creímos hasta el final y cuando menos te lo esperas nos cayó esa y entró el gol”. Con 14 jornadas por disputarse, la cuenta sigue abierta.
El primero de esos tantos llegó en el mes de octubre. Un Córdoba dubitativo como visitante sacó un punto del Carlos Belmonte de Albacete gracias a una acción de calidad. Jacobo recibió el balón en la frontal del área y se giró con un golpeo de zurda ante el que nada pudo hacer Lizoain a marcharse a la escuadra.
Ese gol vino a confirmar lo que se le presuponía desde la pretemporada. Era el jugador llamado a ser diferencial en la plantilla. Sin embargo, tuvo que esperar El Arcángel, hoy Bahrain Victorious, para verle marcar a finales de noviembre. Fue en un frenético encuentro ante el Zaragoza en el que acomodó el cuerpo para rematar un centro de Carracedo desde la izquierda y poner el 2-2. Jacobo volvió a salvar un punto.
E igual de determinante fue en el encuentro contra el Levante. En el minuto 94, un penalti que necesitó de asistencia de VAR propició el 2-2 definitivo en la contienda y podría haberle reforzado en su juego. Porque, previamente, no terminó de encontrar la regularidad y después le vino una lesión en la víspera del partido en el Tartiere de Oviedo que le tuvo inédito durante el mes de enero.
Con todo, y dicho por él mismo, la lesión le vino bien. Lo demostró en Tenerife con dos goles, siendo uno el que cerró la victoria por 2-3, y también una asistencia para Pedro Ortiz. Y ayer repitió la proeza en A Malata de Ferrol. Es decir, cuatro puntos más aportados para la causa de un Córdoba que está cerca de los 50 puntos que se ha tasado como objetivo en la presente temporada.
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Ania, además, conoce perfectamente al jugador, ya que lo tuvo en el Villanovense en la temporada 18-19. Y sabe que es un jugador que necesita de su propia “confianza” para dar un mejor rendimiento. Como dato, en esa campaña también hizo tres goles en los instantes finales y sirvieron para encadenar tres victorias por 1-0 sobre Cartagena, Mérida y Badajoz. En definitiva, que Jacobo acostumbra y gusta de facturar goles con valor añadido.
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