Infatigable insistencia de Millán
El delantero volvió a marcar en Copa y ya suma cuatro goles en los últimos cuatro partidos sumando los del Villa de Leganés. Aún así, no ha derribado la puerta de la titularidad.
Alex Millán es aragonés. Y como buen maño, le sale la vena tozuda. A empecinados no suele ganarles nadie. Una insistencia que el delantero del Leganés (25 años) está mostrando en las últimas semanas como un infatigable afán por golear a los equipos rivales y, de paso, intentar ganarse un hueco en el once de Paco López. Lo primero ya lo tiene. Lo segundo, no.
Ante el Azuaga de Tercera División, en Copa del Rey, el ‘23’ pepinero (lo apodan el oso por el gigantesco tatuaje de un Grizzlie que lleva en el pecho y que muestra como celebración cada vez que marca) volvió a tener una cita con la meta rival. Anotó el gol del empate en un momento en el que la incertidumbre danzaba en el Municipal donde los madrileños acabaron goleando (1-4), aunque en ese momento mandaba el 1-0. Y con el cuadro local todavía amagando con un susto mayor.
Fue ahí cuando apareció para, con un buen giro, ganar línea de fondo y sin ángulo, reventar la bola al palo corto. Entró por donde parecía imposible. Golazo. Otro más. El cuarto en los últimos cuatro partidos que ha disputado. Le metió dos al Levante en el Villa de Leganés, uno al Málaga en Liga y éste contra el Azuaga en Copa. Sólo se quedó sin mojar contra el Eibar en Ipurua, un partido en el que opositó sin éxito al once titular.
Bajón en Eibar
Tras haber visto puerta en los duelos anteriores había cierta esperanza de que pudiera hacerse con un hueco en ese once en el que, por ahora (y hasta el choque de Extremadura) sólo había visitado en dos ocasiones en competición oficial con el Lega. Pese a ese buen rendimiento goleador, pese a que la puntería es -según Paco López- el gran debe del Lega, Alex se quedó de nuevo en el banquillo esperando una oportunidad que esta vez no fue tan fructífera. Salió en el 66’ y apenas pudo tocar la pelota en 14 ocasiones. La cota de malla armera fue demasiado espesa para tan poco tiempo en el verde.
“Todos tienen opciones de jugar. Es la idea: que estén enchufados por si tienen que aportar. La predisposición y el compromiso es de 10 en esta plantilla. Eso insisto, a la larga redundará en el equipo”, le aplaudía Paco López después de su doblete ante el Levante, eso sí, sin dejar claro si le valdría para ganarse un puesto. Suele ser el técnico valenciano de los que responde, ante esas dudas, que todos son importantes. Titulares y suplentes. Se jueguen 90 o 5 minutos.
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Por ahora, Alex Millán está más en el grupo de los segundos, que de los primeros. Con apenas 251 minutos repartidos en 9 encuentros (la media es de 27 por partido), es un suplente habitual que, por ahora, está logrando llamar la atención a base de goles. Ya suma dos en competición oficial en un ritmo que espera mantener para superar los seis que hizo con el Cartagena en la mitad de la pasada temporada. Racha aquella que (parece) estar en predisposición de prolongar también en la actual en su infatigable afán por golear.
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