Grillo: “Nos vamos a salvar”

Lautaro Fausto Grillo (San Carlos de Bariloche, Argentina, 20 de febrero de 1993) llegó en este 2023 a la UD Ibiza, dando el salto al fútbol profesional español. Su garra y lucha se han dejado notar desde el principio. El defensa argentino no arroja la toalla, se muestra optimista y decidido y está convencido de que al acabar la temporada celebrarán la permanencia en LaLiga SmartBank.

¿De verdad se puede creer en la permanencia estando a doce puntos a estas alturas?

No tengo dudas de que sí. Este equipo lo está luchando, lo está dando todo y los rivales ya nos empiezan a respetar de otra forma. Si ves los últimos resultados, en todos podíamos haber ganado y nos está faltando ese último ‘sprint’ para liquidar los encuentros. Nos pasó con el Villarreal B en casa, al que pudimos haber ganado tranquilamente. Y en este último partido, frente al Andorra, nos pusimos 0-2 fuera y nos terminan empatando. Quedan diez fechas y son muchos puntos. Si sintiésemos que no podemos ganar sería diferente. Nos tenemos que enfrentar contra muchos de los que estamos en la parte baja de tabla.

¿Cuánto escoció ese empate a dos final frente al Andorra?

Nos dolió mucho. El empate fuera, uno no lo ve mal, porque es sumar, pero nosotros necesitamos hacerlo de tres en tres. Pero esto es un día a día, como dice el míster. Hay que rebobinar y empezar de cero. Ahora tenemos un campeonato de diez jornadas, en el que tenemos que descontarle a los de arriba para poder llegar con posibilidades a las últimas fechas, que es donde se decide todo.

¿Qué le pasa al equipo, que es incapaz de retener muchos marcadores a favor que ha tenido?

Creo que es un poco la ansiedad de querer cerrar el partido demasiado pronto. Son tantas las ganas de vencer que tiene el equipo, que hace un esfuerzo para meter goles y después lo queremos cerrar antes de tiempo. A veces nos cuesta seguir jugando de la misma forma o seguir intentándolo. A veces tenemos la duda de si seguir atacando o replegarnos, pero eso te lo da la experiencia. Es algo que hay que corregir.

¿Cómo lo lleva anímicamente un equipo que semana tras semana está en la parte baja de la clasificación?

Es difícil, pero yo soy una persona muy positiva. Desde el minuto uno, cuando me dijeron que venía al Ibiza, vine con al expectativa de que esto lo vamos a salvar, no tengo duda. Hay que trabajar día a día, sabiendo que tenemos un objetivo bien claro. La hazaña se pude lograr y ha pasado con varios equipos. Hay que encontrar dos triunfos seguidos y empezar a recortar.

Viene el Burgos este sábado, en el que tiene excompañeros como Goldar y Castel. ¿Cómo será el partido?

Con Castel no coincidí. Cuando llegué ya no estaba. Sí con David [Goldar], que es un gran jugador y una gran persona. Nosotros estamos pendientes a lo que tenemos que hacer. No soy un tipo que tenga amistades dentro del campo. Fuera soy amigo de todos, pero dentro del campo son mis rivales y yo les quiero ganar como sea. Entonces, voy a jugar con el cuchillo entre los dientes, como se dice.

¿Qué le parece la Segunda División española?

Vine con una expectativa muy alta y me sorprendió para bien. Es una división que está entre las primeras de Europa, por encima de muchas de otros países. Me sorprendió el nivel de técnica que tienen aquí los jugadores y las condiciones de los campos. Me tocó venir de jugar la última temporada en Chile, donde las condiciones de los campos no eran las mejores. Aquí no hay tanta fricción y los árbitros no son muy permisivos. A la mínima pitan falta y esto hace que se corte un poco el juego y la esencia del fútbol, porque a veces es lindo que se deje seguir un poco más. Pero es una Liga muy competitiva en la que cualquiera puede ganar a cualquiera.

¿Qué opina del club?

Me parece un club muy ordenado, que está en pleno crecimiento. También me sorprendió para bien. Me gustan mucho las infraestructuras del club y la gente que trabaja se nota que lo hace con el corazón. La calidad humana del grupo también es mucha, algo que para mí es importantísimo.

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¿Y la afición?

Me gusta. Se respira y se siente que la gente quiere ir a Can Misses y le gusta ir al estadio. En el último partido se sintió la gente en el momento de pitar el penalti [ante el Villarreal B]. No es una afición que te regañe, ni mucho menos. Está siempre alentando y eso es bueno para nosotros. En Andorra había gente que viajó. A mí eso me llena, porque sé que cada uno tiene que poner de su bolsillo para desplazarse. Esto hace que te den más ganas de poder representarlos.

¿Qué le decimos a los seguidores para convencerlos de que salvarse es posible?

La afición tiene que confiar porque hay un grupo que lo está entregando todo y que no baja los brazos. Lo vamos a lograr, que confíen. Que nos vayan a alentar al estadio porque eso nos ayuda muchísimo. En estas diez jornadas lo vamos a dar todo para cumplir el objetivo de quedarnos en esta división.

En el hipotético caso que el Ibiza bajara a Primera RFEF, ¿usted querría seguir en el equipo?

Me encantaría, pero hoy no voy a poner en duda que nos vamos a salvar. Hay muchos puntos por delante. No quiero tocar este tema porque siento que nos vamos a salvar. Estoy convencido de que nos vamos a salvar y lo vamos a dar todo.

¿A usted qué le parece el VAR, que unas veces a ayudado al Ibiza y otras le ha perjudicado?

Yo soy un poco hecho a la antigua. A mí me gusta mucho la pureza del fútbol. Confío en la determinación de un colegiado, que se formó para impartir justicia. No que haya una computadora y decida si un futbolista está en fuera de juego, por un hombro, porque saca ventaja. Vino para mejorar al fútbol y todo lo que sea para eso, bienvenido sea. Pero yo no soy un fan de esto. Me gusta la picardía del jugador de fútbol. Sin ir más lejos, el gol de Maradona con la mano, que fue una completa virtud de él, no hubiese existido. Eso me parece que es lo que le da al fútbol un poco de barrio, de eso que marca diferencias. Porque si no terminaríamos siendo todos iguales.

¿Qué representa para usted haber llegado al fútbol profesional en España?

Cuando me hice la foto con el Ibiza, con el logo de LaLiga, me emocionó. Toda mi vida quise jugar en España, porque es un país hermoso y en el que hablo el mismo idioma. Cuando me tocó jugar en Europa, en Turquía o en Grecia, siempre en mis vacaciones venía a recorrer España. Me parece un país que lo tiene todo. He conocido muchos lugares de aquí y me encantan. Jugar aquí es increíble, aunque me duele la situación en la que está el equipo, pero sé que lo vamos a sacar adelante. Con ese espíritu me levanto todos los días.

Se ha asentado como titular, formando pareja mayoritariamente con Martín Pascual. ¿Cómo se encuentra?

Me ha tocado. El míster me dio la confianza. Esto es, entrenamiento a entrenamiento, ganarse el puesto. Somos varios centrales los que estamos ahí. Juan [Ibiza] está a un gran nivel. Marcos Mauro también, pero tuvo algunas lesiones y le costó adaptarse, aunque por suerte ya está al cien por cien. Con Martín Pascual me siento muy cómodo, hemos compartido mucho, y es un chico que escucha, está atento y tiene un potencial bárbaro. Es una competencia sana entre todos. Ahora lamento la situación que nos toca vivir con Joseda [lesionado de gravedad en una rodilla]. Le vamos a mandar fuerza y a acompañarlo en estos momentos. Es un chico con unas condiciones muy buenas y que es una gran persona.

¿Cómo se lleva lo de que Argentina sea campeona del mundo?

Fue una locura. Hacía muchos años que no volvía a Argentina, porque me tocó vivir en Europa y después volver a Chile. Justo el Mundial me pilló en casa, con mi familia, y lo viví de una manera muy especial. Se respira fútbol en Argentina. El país no pasa por un buen momento económico, pero ver la alegría de la gente en la calle o en cualquier bar, fue algo completamente increíble. Lo disfruté y es algo lindo. Se pudo mostrar cómo es el jugador argentino, que tiene ese espíritu de siempre luchar, darle para adelante y nunca bajar los brazos.

Ya por último, ¿usted es de Maradona o de Messi?

- ¡Qué pregunta! Hoy en día están los dos en la misma y no me lo podría jugar. Son dos personas diferentes y a la vez parecidas. No disfruté tanto al Diego, pude ver algunos últimos partidos suyos, pero mi padre me enseñaba vídeos siempre. A Leo lo pude apreciar y ver, y es una locura lo que hace y lo que genera. Me quedo con los dos.