Gragera sale del túnel para convertirse en el nuevo faro del Deportivo
El mediocentro disputó todo el partido frente al Granada, minutaje que no tenía desde el 5 de octubre de 2024 en las filas del Espanyol. Las lesiones han marcado su pasado reciente.
Después de muchos meses en la oscuridad se acabó definitivamente la pesadilla de José Gragera. El mediocentro asturiano, de 25 años, volvió a disfrutar de un partido oficial completo en Granada, una vivencia para el jugador que le hace recuperar sus sensaciones como futbolista profesional. Es evidente que todavía es pronto para auditar su rendimiento, pero el significativo paso adelante al ser elegido en el estreno liguero junto a Diego Villares en la media, clarifica las intenciones de Antonio Hidalgo sobre su figura.
Durante el partido frente al Granada mostró una versión en la que tuvo desparpajo, jerarquía y empeño a la hora de poder armar el equipo. En diferentes ocasiones bajó a la línea de los centrales para sacar el balón jugado y fue importante a la hora de ayudar en tareas defensivas con recuperaciones de posesión, ámbito en el que más ha destacado a lo largo de toda su carrera.
El recorrido de José Gragera hasta el pasado fin de semana fue marcado a través de diferentes baches a nivel de lesiones. En el Espanyol, durante la campaña pasada, tan solo pudo participar en 10 partidos después de tener que pasar por el quirófano, que fue la consecuencia de apostar previamente por un tratamiento conservador. Su último partido oficial antes de su debut el pasado sábado con el Deportivo data del 19 de octubre de 2024, frente al Athletic, último paso antes de vivir nueves meses alejado de la competición.
En el mes de noviembre decidió operarse de su lesión en un dedo del pie izquierdo, contratiempo denominado como ‘Hallux rigidus’, que consiste en la limitación del movimiento y la pérdida de cartílago con un avance veloz hacia artrosis de la articulación metatarsofalángica. La recuperación llevó meses de tortura para el jugador, que vio como su temporada tuvo el punto y final en los 46 minutos que disputó el 19 octubre frente al Athletic.
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Su larga recuperación le llevó a entrar en un bucle en el que cada vez estaba más lejos de las preferencias de Manolo González, actual técnico del Espanyol. El club apostó por darle una salida al jugador y ahí es donde apareció el Deportivo como la oportunidad para que la versión del ‘nuevo Gragera’ viese la luz. Por el momento ha comenzado con buen pie ganándose desde un inicio la titularidad para ser el faro del Depor. Su objetivo es encontrar una regularidad que lo tenga alejado de un clavario con las lesiones al que espera no tener que volver a enfrentarse, mientras que a su vez, ayudar para conseguir su meta de estar entre los seis primeros.
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