Gijón deja al desnudo la necesidad del Leganés de fichar un ‘9’
Las lesiones de Raba y Miguel y el nulo peso de Poveda (que no viajó por molestias, pero que apenas cuenta) dejaron sólo a Diego García como referente en ataque.
Las circunstancias de la competición han cambiado las exigencias del mercado invernal en el Leganés. Las han aumentado. Porque en septiembre, con el fichaje de Portillo más de una voz autorizada se daba por satisfecho, sabedores de que el malagueño podría reemplazar la salida de Cissé a la Copa de África. Luego llegó la certeza de que Neyou también será llamado y eso retomó la necesidad de incorporar a un centrocampista.
Ahora la lesión de Miguel de la Fuente (podría volver al retorno de la competición el 14 de enero) y, sobre todo, la de Raba (mínimo, hasta febrero) han generado una necesidad extra que el partido del pasado sábado ante el Sporting no ha hecho más que confirmar para muchas voces autorizadas en Butarque. Opiniones que entienden que el Leganés tiene que fichar sí o sí y hacerlo, además, en dos posiciones: la del mediocampista y la del delantero centro.
El futuro es Gijón
En El Molinón, el Leganés tuvo la oportunidad de verse reflejado en el espejo de su futuro inmediato. Allí acudió por primera vez en la temporada sin Miguel de la Fuente y Raba. Además, tampoco contó con Poveda, lesionado con un problema de tobillo y cuyo futuro en Butarque está más fuera que dentro. Lo normal es que en el mercado invernal el jugador intente su adiós, lo que necesitaría de la ruptura de la cesión del Getafe. En el Leganés no le pondrán problema alguno… siempre y cuando se puedan encontrar alternativas.
El caso es que el Leganés se plantó en Asturias con sólo Diego García como delantero centro de la primera plantilla, amén de Sydnei, un chavalín de 16 años, ariete del juvenil y que acudió a Gijón más por completar lista de convocados por si había alguna emergencia que porque tuviera opciones reales de jugar. Un panorama desolador para un equipo que tiene otras alternativas en ataque (Ureña, Naim y Djouahra, fundamentalmente) pero que son jugadores más de banda que capaces de ejercer de ‘9′ o jugar por dentro, como sí aportan Raba y Miguel de la Fuente. Ante este escenario, lo normal es que el potencial del líder se vea muy mermado.
La otra mitad del problema
Y es, en verdad, sólo la mitad del problema del Leganés, que al menos en este partido sí pudo contar con Neyou y Cissé para ofrecer alternativas de juego diferente al equipo. De hecho, ambos fueron de los más destacados en el equipo y, en su caso, ellos sí que serán baja segura hasta febrero. La única ventaja es que Camerún y Guinea, sus respectivas selecciones, compiten en el mismo grupo y puede darse el caso de que una elimine a la otra, forzando el retorno temprano de uno u otro.
En todo caso, el escenario es complejo, más aún porque se le puede también añadir alguna potencial salida, lo que limitaría, y mucho, la plantilla de Borja Jiménez, y también el sueño de ascender, una vía que el club cada vez va abriendo más aunque se mantenga en el discurso de primero los 50 puntos… y luego ya diremos.
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