Garagarza va al grano
En una semana como director deportivo del Espanyol, han llegado entrenador del filial, de porteros y un secretario técnico, se ha sentado con la plantilla y ha activado la planificación.
“Somos un yate, pero tenemos que meter remos”. Fue la frase icónica de Fran Garagarza en su presentación como director deportivo del Espanyol. De ese acto, que discurrió el pasado viernes 30 de junio, se ha cumplido una semana. Y el nuevo arquitecto de la plantilla perica está remando ya a toda velocidad. Fiel a la otra sentencia que pronunció en el RCDE Stadium: “Si en el Eibar (donde estuvo 14 años) se hizo mucho con poco, aquí con mucho debemos hacer mucho”.
Dicho y hecho. No ha perdido el tiempo Garagarza, quien inició julio, el sábado pasado, pisando por primera vez la Ciudad Deportiva Dani Jarque y reuniéndose con los integrantes de la secretaría técnica, a quienes previamente había puesto deberes, una suerte de auditoría interna para saber cómo se encontraban, que se necesitaba, cómo mejorar. Al día siguiente, domingo, no perdonó el director deportivo su primera reunión presencial con los responsables del fútbol base, Mikel Azparren y el exjugador David García: el estado de la cuestión, sobre todo de un filial llamado a caminar de la mano del primer equipo. Las decisiones no se hicieron esperar.
Tan sólo un día después, el lunes, anunciaba el Espanyol el fichaje de Manolo González, un histórico del fútbol territorial catalán, como técnico del Espanyol B, tras la salida de Luis Blanco. El martes, se materializaba la llegada de un nuevo entrenador de porteros, Iñigo Arteaga, en sustitución de Jesús Salvador, quien se ha marchado al Almería de Vicente Moreno. Y el miércoles, a oficialización por día en un club que llevaba un mes casi vegetativo de no ser por la salida de Joselu Mato al Real Madrid, se concretaba la incorporación como secretario técnico de Ángel Catalina, procedente de un club hermano como el Deportivo Saprissa.
En paralelo a tanto anuncio, y después de semanas de conversaciones primero telefónicas y finalmente personales con Luis García, el técnico del primer equipo, Garagarza fue directo a por el principal asunto del que dependen todos los demás, en una plantilla de 25 jugadores con contrato en vigor que han cambiado la Primera por la Segunda División. Desde el martes, aprovechando las pruebas físicas en la Dani Jarque, se ha ido reuniendo personalmente con los futbolistas, con Sergi Darder como caso paradigmático de lo que se buscaba: saber qué piensan, qué esperan, qué quieren. Antes incluso de hablar con sus respectivos agentes.
Ahora, con una composición de lugar bastante completa, el nuevo director deportivo del Espanyol ya puede acometer con conocimiento de causa una planificación que llevaba demasiados meses en punto muerto. Sabiendo qué demarcaciones convendría reforzar. Y, sobre todo, qué vacíos importantes e inopinados puede tener que cubrir a toda prisa durante el mercado, estando advertido y anticipándose así a los acontecimientos. Llega la hora de la verdad. Y Garagarza, por su actividad incesante durante la primera semana de trabajo, llega dispuesto a remar y remar.