Francia, un caladero del Leganés
En las últimas cinco temporadas hasta siete fichajes han procedido del país vecino o fueron descubiertos allí. El primero, Braithwaite. El último, Rosier.
El Leganés ha convertido Francia en un caladero habitual de fichajes en las últimas temporadas. Desde 2018, los pepineros han incorporado hasta siete refuerzos, bien que competían en el país vecino, bien con vínculos recientes con algún club o de la Ligue 1 (la Primera francesa) o la Ligue 2 (el equivalente a Segunda). Los habituales viajes de Txema Indias, director deportivo, y su adjunto, Antonio Acosta, a tierras galas es uno de los motivos de esta querencia por jugadores de pasado o presente francés.
Esta tradición la inauguró en 2019 Martin Braithwaite. El danés, ahora en las filas del Espanyol, firmó por los pepineros en el mercado invernal de aquel año. Llegó cedido desde el Middlesbrough, aunque Indias lo había descubierto años atrás, durante sus visitas a Toulouse. Después lo siguió en su salto al Girondins y, ya en Inglaterra, trató (y logró) su fichaje. En préstamo primero y traspasado, después.
De Palencia a Pardo pasando por Giraudon
Tras Braitwhaite, llegaron otros. Sergi Palencia (2020) firmó procedente del Saint-Etienne. Su caso fue similar al de Rubén Pardo (también fichado en 2020), porque, como le sucedió al riojano, el catalán también había estado en el punto de mira del Leganés durante sus años en España. Pero no fue hasta que dio el salto a Francia que los pepineros lo pudieron atar previo seguimiento en tierras galas de su evolución.
Giraudon llegó en enero de 2022 cedido del Troyes, aunque su caso es una excepción a los fichajes pepineros procedentes de Francia. A este pivote con capacidad para jugar de central, lo fichó el ex secretario técnico, Felipe Moreno Pavón, impulsor de un refuerzo que no tuvo apenas recorrido en el Leganés y que seis meses después de su llegada, hizo las maletas de vuelta a Francia.
Neyou, Abzi y Rosier, los últimos
Neyou, Abzi y Rosier completan el elenco de fichajes ‘franceses’ del Leganés en este último lustro. El primero fue (éste sí) obcecación de Txema Indias. Lo descubrió durante sus viajes a Francia y cerró su cesión en el verano de 2022 tras un par de meses de mucha insistencia. Inicialmente no funcionó (Idiakez no contaba con él), pero su buen tramo final de temporada (tras el cambio de entrenador) abrió la puerta a ficharlo en propiedad. En el ascenso a Primera fue pieza clave.
No se puede decir lo mismo de Abzi, también un descubrimiento de Indias al que, sin embargo, la alta competencia de Franquesa y problemas personales le han impedido apenas jugar con el Leganés. En los últimos dos meses de competición este marroquí con nacionalidad francesa se tuvo que ausentar de los entrenamientos por razones privadas. Apenas se le vio de regreso para festejar el ascenso en Butarque. Ahora está sin equipo. Indias lo descubrió jugando con el Pau de la Ligue 2.
El último refuerzo de este ‘linaje’ francés ha sido Valentin Rosier, lateral derecho galo de 27 años procedente del Besiktas. Rosier ha fichado por una temporada tras rescindir con los turcos. En Estambul jugó cuatro temporadas. Antes estuvo dos en el Sporting de Portugal. Ya antes Indias lo descubrió compitiendo en el Dijon. El director deportivo del Leganés lo apuntó en su lista y lo siguió desde entonces hasta que ahora, su situación contractual le ha permitido atarlo para Primera División.
Las ‘excursiones’ a Francia
Al responsable de los fichajes blanquiazules les gusta ver in situ a los que son potenciales candidatos para reforzar su plantilla. Sean de la categoría que sean. Desde Segunda RFEF hasta la Champions League. Todo vale. Porque en cualquier partido se puede detectar al siguiente diamante blanquiazul. Y por cercanía geográfica, Francia ofrece una oportunidad única de asistir a duelos in situ de una de las cinco grandes ligas europeas.
Por facilidades en el desplazamiento, Indias y Acosta, su mano derecha, suelen visitar estadios del sur del país, los más próximos a la Península para completar fines de semana en los que lo normal es que cada uno de los miembros de esta dupla asista a cinco-seis partidos recorriendo España (obvio) y en ocasiones, Francia y también Portugal. Un tour en el que se incluye el partido del Leganés (también obvio), amén de algún partido televisado. La rutina hace que los martes y miércoles se dediquen al volcado de informes y elaboración de análisis sobre cada jugador en seguimiento.
Es este trabajo silencioso el que ha derivado en estos siete movimientos franceses que ratifican al país vecino como un importante caladero de refuerzos. De presente. Seguramente también de futuro.
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