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REAL ZARAGOZA

Francho: “Otro de mis sueños es poder llevar algún día el brazalete de capitán del Real Zaragoza”

El canterano asegura que le gusta mucho el nuevo brazalete que lucirá Zapater este viernes en su despedida: “Es mi ídolo y desde pequeño he soñado ser él”.

Zaragoza
Francho, durante el entrenamiento de esta mañana.
CIERZO VISUAL

“Creo que he dado ese plus este año que me ha situado en un escalón por encima y que me he quitado esa vitola de canterano”, ha señalado Francho Serrano desde la sede de Saphir Parfums, minutos antes de que diera comienzo la tradicional visita del equipo a las instalaciones del patrocinador principal del club aragonés. El joven mediocentro, de 21 años, también ha asegurado que uno de sus sueños es poder llevar algún día el brazalete de capitán del Real Zaragoza, haciendo referencia al nuevo distintivo que lucirá Zapater este viernes en su despedida: “Es mi ídolo y desde pequeño he soñado ser él”.

–¿Cómo afrontan esta última jornada de Liga?

–Tenemos un partido en casa delante de nuestra gente para acabar lo mejor posible y afrontar la temporada que viene de la mejor manera.

–Uno de los alicientes de este último partido es el homenaje a Zapater. ¿Qué ha significado para usted?

–Para mí va a ser un día triste en ese sentido porque es mi ídolo y desde pequeño he soñado ser él. Siempre me he identificado mucho con él desde que entré en el Real Zaragoza. Para mí y para muchos será un día triste, pero también será un día feliz porque se le reconocerá de la mejor manera posible todo lo que ha dado al zaragocismo, que es muchísimo. Aunque nunca se le pueda agradecer todo lo que ha dado, lo intentaremos hacer de la mejor manera posible y ojalá que sea con una victoria para que se pueda ir de su casa como merece.

–¿Cómo ha vivido el vestuario la noticia de que Zapater no va a continuar en el Real Zaragoza?

–Nosotros lo llevamos con tranquilidad. Como he dicho antes, va a ser un día complicado para todo el zaragocismo, pero por otra parte va a ser un gran día. En ese sentido, hay que buscar ese equilibrio y tomárnoslo con la mayor tranquilidad posible porque tenemos ganas de acabar bien. Yo, personalmente, tengo ganas de hacerlo lo mejor posible para despedir al gran capitán como se merece.

–¿Usted ve a Zapater con el nivel para seguir un año más en el Zaragoza?

–Personalmente, ya no tanto en lo futbolístico, sino como compañero, ojalá pudiera estar toda mi vida con Zapater en el vestuario por lo que aporta al club y por lo que me aporta a mí y a los compañeros. Luego, que se haya tomado esa decisión o no, es un tema que se ha consensuado y se habrá analizado bien y supongo que se habrá tomado la mejor decisión. No me puedo meter ahí.

–¿Qué le ha enseñado Zapater en estas tres temporadas en las que han coincidido en el primer equipo?

–Sobre todo la figura del profesionalismo y el zaragocismo que transmite. Siempre ha estado pendiente de los jóvenes y ayudándonos y dándonos consejos. Lo que más me ha marcado es que siempre me decía que fuera yo mismo porque cuando una persona ha dado ese primer paso y lo ha dado siendo como es, si no cambia su forma de ser y sigue trabajando con humildad, al final acaban llegando las cosas. El otro día me dijo que ojalá tuviera una carrera tan larga como la suya y el camino que tengo que seguir es el que nos ha transmitido a todos.

–Como canterano, ¿se siente responsable de recoger ese testigo que deja Zapater?

–Es una plaza difícil, pero yo estoy contento con mi trabajo y creo que he dado ese plus este año que me ha situado en un escalón por encima. Creo que me he quitado esa vitola de canterano y si tengo que coger el relevo de Zapater, será difícil, pero intentaré hacerlo con la máxima ilusión y con las máximas ganas posibles.

–Ayer se presentó el nuevo brazalete, que además ya lo va a lucir Zapater frente al Tenerife. ¿Le gusta? ¿Se imagina portándolo en el futuro?

–Me parece una idea muy chula, con esa banda de la Virgen del Pilar y con el escudo y los colores del club. Otro sueño para mí es poder llevar algún día el brazalete de capitán.

–¿Qué balance hace de la que ha sido su tercera temporada en el primer equipo?

–El principio de temporada fue complicado porque me costó entrar. Tuve pocos minutos y llegó un punto en el que todo cambió, volví a coger confianza, volví a sentirme yo mismo y di un paso al frente en todos los sentidos, tanto dentro del equipo como en el campo. Me sentí también más importante y los compañeros me ayudaron mucho en ese sentido. Ese fue un aspecto fundamental para recuperar mi mejor versión.

–¿Dentro del vestuario consideran que la temporada que viene tiene que ser la del ascenso?

–Esa es la ilusión, pero va a ser complicado porque todos los años se ve que los equipos de arriba llevan una línea muy buena. La idea del equipo es esa, sacar los máximos puntos sobre todo al principio para agarrarnos arriba y a partir de ahí crecer y pelear por lo que todos nos merecemos, que es el ascenso.