Fernando López: “El objetivo es el ascenso, pero no puedo hacer promesas que llevamos haciendo muchos años y no se han cumplido”
“Los únicos responsables de la situación en la que está el Zaragoza somos nosotros. No es ni la afición, ni los medios de comunicación, ni cualquier agente externo al que queramos mirar. No se tomaron las mejores decisiones”, resalta desde la autocrítica el director general.

Fernando López Lobete (Madrid, 11 de mayo de 1986) afronta su segundo ejercicio al frente de la dirección general del Real Zaragoza con el objetivo irrenunciable del ascenso -“Es nuestra estrella del norte y hacia donde debemos ir”-, pero subraya que es necesario aunar estabilidad, acierto y paciencia. El primer ejecutivo de la sociedad anónima deportiva hace autocrítica en una entrevista conjunta con AS y Radio Zaragoza: “No puedo hacer promesas que llevamos haciendo muchos años y no se han cumplido. No se han tomado las mejores decisiones en estos años”.
—Este junio se cumplió un año de su llegada a la dirección general. ¿Qué Real Zaragoza se encontró y que Real Zaragoza pretende?
—Me encontré un Zaragoza con ilusión y muchas ganas de conseguir el ansiado ascenso, pero también muchas sorpresas. Más adelante me encontré con muchos problemas que no veía desde fuera.
—¿Estructurales?
—Sí, prácticamente en todas las áreas. A nivel de infraestructuras sí que sabía que la Ciudad Deportiva prácticamente no se había tocado desde su construcción. Sabía que estaba el proyecto del nuevo estadio, pero me encontré con problemas de personal, de eficiencia, de productividad y de otras muchas cosas. Ha habido que meterle mano para construir un Real Zaragoza más fuerte.
—¿Le ha dado muchas vueltas a la frase de “fuera caretas, el objetivo es el ascenso” y también al cartel de ‘Es posibles, es Zaragoza’?
—Muchas. Creo que me equivoqué. Cuando llegué y hablé del ascenso no era consciente de la realidad interna y de los problemas estructurales que tenía el club. Ahora sí lo soy. Creo que hoy el club está mucho mejor que hace un año. Y en relación al cartel, intentamos utilizar ese guante que nos lanzó con un mensaje una leyenda como Cristian Álvarez, pero si la gente no lo entendió bien y no les gustó, nos lo tendremos que plantear otra vez.
—Pero por mucha complicación y problemas el objetivo del Real Zaragoza en Segunda siempre tiene que ser el ascenso...
—Es una dicotomía difícil de explicar. El Real Zaragoza, por todo, tiene que estar en Primera División, y ese debe ser el objetivo cada temporada, estemos donde estemos. Lo que es verdad es que yo no puedo mentir a la gente y hacer promesas que llevamos haciendo muchos años y no se han cumplido. Hoy, conociendo la realidad interna del club, veo difícil acometer ese objetivo, pero un club como el Real Zaragoza no puede tener otro objetivo que el ascenso. Estemos donde estemos, ganemos o perdamos, tiene que ser nuestra estrella del norte y hacia donde debemos ir, pero ahora, teniendo la conciencia interna que tengo de la situación y de los problemas internos del club, que estamos en aras de solucionar, no me veo con la capacidad de mantener ese mensaje, si quiero ser honesto con todo el mundo. Pero ojalá que consigamos el ascenso este año. Hemos visto casos como el Mirandés, que seguro que tienen problemas estructurales mayores que los nuestros y han estado a punto de ascender. En el fútbol todo puede pasar, pero mi labor también consiste en decirle a la gente lo que veo y lo que veo a día de hoy es que, en este proceso de construcción y de transformación que estamos, es más difícil que consigamos ese objetivo. Ojalá que se dé y que se dé este año. Si no, en un corto espacio de tiempo tenemos que volver ahí. Tenemos que centrarnos en lograr la estabilidad, tener algo de paciencia y yo creo que los frutos van a llegar.
—El equipo sólo ha sumado dos puntos en estas cuatro primeras jornadas...
—Yo creo que estamos en un punto de inflexión y hemos tenido un inicio atípico, algo que en el fútbol se viene dando, porque las plantillas no se completan hasta el último día de mercado. Creo que en algunos partidos hemos merecido más y en otros menos, pero sí he visto una evolución en el equipo. Sobre todo me quedo con la segunda parte contra el Valladolid, en la que el equipo tuvo muy buena cara. Creo que vamos a ir a más.
—En los tres años que lleva la actual propiedad sólo se ha luchado por evitar el descenso. ¿Qué reflexión hacen los accionistas del Real Zaragoza?
—Tenemos que hacernos todos responsables de nuestra parcela. Los únicos responsables de la situación en la que está el Real Zaragoza somos nosotros. No es ni la afición, ni los medios de comunicación, ni cualquier agente externo al que queramos mirar. Partiendo de esa base y haciendo autocrítica, creo que no se han tomado las mejores decisiones en estos años. Está claro que algo no ha funcionado para que ese mantra se haya ido repitiendo año tras año. Por eso quería incidir en el mensaje de que si logramos esa estabilidad, creo que vamos a ser capaces de construir un futuro mejor. En ello estamos. El mensaje de los propietarios es de frustración y preocupación, a la vez que de esperanza, porque siguen dotándonos de todos los recursos que pedimos y necesitamos para que el equipo compita cada temporada. Ahora depende de nosotros, que somos los que estamos gestionando el club, acertar en esas decisiones y lograr esos objetivos.
—¿Cuáles son los problemas estructurales que a su juicio más dificultan el objetivo del ascenso?
—Uno de ellos es el estado de la Ciudad Deportiva. Para exigir unos resultados al cuerpo técnico y los jugadores tú tienes que dotarles de las herramientas y de los recursos básicos para que puedan rendir, todavía más si les exiges el ascenso. Cuando llegué, vi el estado de los campos de entrenamiento y es imposible exigir nada. Para mí es un problema estructural grave en relación con las infraestructuras al que ya le hemos puesto remedio. Al acabar la pasada temporada, iniciamos la regeneración de los dos campos de entrenamiento. Creo que este año van a tener dos campos top para poder entrenar y creo que eso se traduce en mejoras de rendimiento en la competición. Otro gran problema que hemos atacado es el organigrama interno. Hemos hecho una reestructuración, hemos creado nuevas áreas de trabajo, ha salido y ha entrado personal, no sólo en la parte de negocio, también en la deportiva, y creo que hemos alcanzado hitos de ingresos que no se habían dado en la historia del club. Eso atiende a esas reformas, a esas nuevas áreas de trabajo que hemos creado, a esas nuevas vías de ingreso que hemos generado y a esa modernización que estamos llevando a cabo. Conforme vayamos avanzando en la temporada, se van a ir asentando mucho más y nos va a permitir que esa estructura esté más sólida para que podamos centrarnos en lo verdaderamente importante, que es la pelota.
—Gabi aseguró que el Real Zaragoza había acudido a 100 o 150 futbolistas y que muchos habían dicho que no. ¿Realmente fue así?
—Yo creo que fue una frase hecha. No creo que hayamos tocado ni siquiera a 100, porque yo he sido partícipe de la selección de los jugadores y había una media de cinco o seis candidatos por puesto. Es una forma de hablar. La gente claro que quiere venir a Zaragoza. El Zaragoza es un mercado muy apetecible para muchos jugadores, un club con mucha historia y una afición espectacular. Ahora depende de nosotros que traslademos eso en el campo para que la gente se ilusione mucho más. Eso va en línea con algo que estamos intentando cambiar, que es la identidad del club. Creemos que se ha perdido un poco en estos años y de alguna forma la tenemos que recuperar.
—En relación a la identidad, ¿el director general va a tener más presencia pública y ser una voz permanente?
—Nos hemos marcado un plan de medios muy importante para reforzar la presencia institucional de mi figura, para trasladar toda la información y toda la actualidad de lo que sucede en el club de una forma transparente y más continuada en el tiempo. El Real Zaragoza es actualidad, está en boca de todos y hay esa necesidad. Además, hay que tener en cuenta la casuística de nuestro club, donde los dueños no residen aquí y puede existir esa percepción de ese problema de arraigo. Si lo asociamos a que no están físicamente, sí, pero si lo asociamos de que por parte del grupo están intentando preservar la filosofía, los valores y esa identidad que se ha perdido y que estamos intentando recuperar, yo creo que los mimbres del Real Zaragoza están ahí y estamos haciendo todo lo posible por volver a ensalzarlos. Antes hablaba de autocrítica y de que habíamos hecho muchas cosas mal, entre otras creo que hemos tenido una política de comunicación bastante secuestrada en la que a lo mejor no se ha compartido toda la información, que verdaderamente la afición necesita. Estamos en un camino de corregirlo y de dar a todos los zaragocistas lo que esperan del club.
—¿Qué medidas han tomado para recuperar la identidad del Real Zaragoza?
—La identidad empieza por el campo, por el terreno de juego. Al final, la gente se tiene que sentir identificada con el equipo. Y creo que esa identidad ha estado desdibujada con tanto bandazo que hemos ido dando. Lo que hemos intentado hacer en este mercado y con la apuesta de Gabi es volver a esos valores. Creo que Gabi engrana muy bien todo lo que es el zaragocismo. Ha estado aquí, ha sido capitán, lo conoce perfectamente y creo que en el equipo empezamos a ver rasgos de identidad que hasta ahora no se han ido viendo. La idea es que el Zaragoza vuelva a ganar y a recuperar esa identidad con la que todo el zaragocismo se siente identificado. Tenemos un plan trazado que empieza por lo deportivo, pero que afecta a muchos ámbitos de la institución, y que esperamos compartir con todos vosotros muy pronto.
—¿Es muy diferente la gestión de un club canadiense, donde usted ocupó la dirección general cuatro años, a la gestión de un club como el Real Zaragoza?
—No es tan diferente. La gestión de los clubes es igual porque el deporte es el mismo. Sí que es verdad que los contextos, las magnitudes de los proyectos y la repercusión no tienen nada que ver. En Canadá el fútbol no es el deporte principal, sino uno que está naciendo. En ese caso era construir un club de cero. Aquí el proyecto es totalmente diferente, aunque tiene similitudes, porque al final no estamos dejando de reconstruir un club que ha sido uno de los grandes de España y que tiene fragmentada esa identidad de lo que fue.
—¿Qué vinculación hay entre la propiedad del Real Zaragoza y la del Atlético de Madrid?
—Más allá del misterio que la gente pueda ver en ello, lo único que hay es buenas relaciones, porque yo he trabajado allí mucho tiempo, otros compañeros también y Gabi es ex jugador del Atlético. Tenemos muy buena relación con ellos en ese ámbito. Más allá de eso puedo asegurar que no hay nada.
—¿Qué importancia tiene la Nueva Romareda para el proyecto?
—Tiene mucha importancia porque va a transformar el club por completo, no sólo a nivel de ingresos, sino a nivel de experiencia del aficionado. Venimos de un estadio que tenía casi 70 años de antigüedad, que tenía muy poco margen de crecimiento, y es verdad que si queremos volver a estar arriba y competir con los de arriba necesitamos tener más recursos y más herramientas. Ahora mismo eran limitadas y creo que vamos a tener nuevos espacios, un estadio en el que poder operar 365 días al año, con nuevas áreas de ingreso, un museo, una tienda… Todo eso va a redundar en beneficio no sólo del club, sino de los aficionados.
—Antes hay que pagar el ‘peaje’ del Ibercaja Estadio…
—Es un mal menor, entendiendo que se van a acortar los plazos para llegar al Ibercaja Romareda antes de lo previsto. No es lo mismo que La Romareda, pero si queremos estar en un sitio mejor, es un sacrificio que teníamos que hacer.
—¿Qué vocación de permanencia en el Real Zaragoza tienen los propietarios?
—Más allá de las desilusiones que también se están llevando, porque los resultados no son los esperados en todos los ámbitos, su compromiso siempre ha estado ahí. Recientemente, para poder dotar al equipo de más recursos, han vuelto a hacer una inyección de capital importante, mostrando una vez más su compromiso y que están ahí para el club y para todo el zaragocismo. Obviamente, el estadio es una oportunidad grande que tiene el club para transformar y para generar nuevas oportunidades y creo que sería muy injusto achacar que los propietarios están aquí por una oportunidad de negocio con el estadio. Lógicamente, quieren ver un retorno económico a largo plazo, pero su compromiso está fuera de toda duda.
—¿Le ha dado tiempo a Fernando López a darse cuenta de que el Real Zaragoza es más que un club en Aragón?
—Totalmente. A día de hoy todavía no he logrado encontrar la diferencia entre Zaragoza ciudad y el Real Zaragoza. Creo que los dos son un mismo ente y me parece algo maravilloso que no se ve habitualmente y que ensalza mucho más lo que significa el club para toda la Comunidad.
—En los últimos años ha sido muy llamativa la fuga de talento de la Ciudad Deportiva. ¿Qué se puede hacer al respecto?
—Se debe a dos factores y uno tiene difícil solución por nuestra parte. Hasta que las instituciones no introduzcan una serie de regulaciones que protejan al sistema, el pez grande siempre se va a seguir comiendo al pez pequeño. El poderío económico manda en este tipo de decisiones. Y otro factor en el que estamos intentando incidir es que parte de esas reformas que estamos haciendo también afectan a la cantera. Fruto de muchas reuniones, tanto con familias como con el personal de cantera, hemos aprobado recientemente un programa para mejorar toda la estructura a través del cual todos los jugadores de cantera van a tener un plan especializado de entrenamiento individual y un servicio de nutrición y de psicología, que hasta ahora no tenían. Esto va a permitir a esas familias zaragocistas ver que estamos invirtiendo en la cantera para que tengan unas mejores condiciones y quedarse con nosotros. Otros clubes nos llevan mucho avance en ese sentido y tienen estructuras mucho más preparadas y nosotros, no sé si por falta de visión, recursos o estructura, no habíamos llegado a abordar en este tiempo.
—¿Cuándo va a ejercer el Zaragoza la opción de compra sobre Saidu?
—Estamos en ello. Nos ha sorprendido a todos el rendimiento que ha tenido, pero no tenemos que olvidar que llevamos únicamente cuatro jornadas y que le haríamos mucho mal si no le protegemos de todo lo que está pasando, que no deja de ser nuevo para él. Nuestra idea es que se quede y ejecutar esa opción de compra en las próximas semanas. Nos hemos puesto ya en ello, pero a la par tenemos que tratar de proteger al chico, que mantenga una regularidad en su rendimiento y que todo este tipo de acontecimientos externos no le vuelvan loco, que al final es lo que suele pasar en estos casos.
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