Esperanza Cissé en el Leganés
Su lesión ha coincidido con el bajón en resultados de los pepineros. Su polivalencia ayudaba a blindar el equipo. Máxima cautela: una recaída le podría paralizar la mano.
El Leganés ya mira de reojo la enfermería de Butarque con la esperanza de recuperar cuanto antes a los dos lesionados de media duración que han lastrado su lista de bajas en las últimas jornadas. Omeruo y Cissé apuran plazos. De los dos es este último el que más cerca tiene regresar al verde y también el que más ilusiona en una vuelta fundamental. Su polivalencia, peso en el equipo y capacidad para resolver dilemas a Imanol Idiakez se ha echado mucho de menos. Tanto es así que, casualidad o no, desde que el internacional guineano no está sobre el verde, el Lega sólo ha cosechado cinco puntos de 12 posibles: dos empates, una derrota y una victoria.
Es obvio que responsabilizar sólo a su ausencia de estos resultados sería exagerado, pero también lo es no admitir que su cuota de protagonismo en el equipo es grande y que sin él, el Leganés pierde bastante. Pierde un lateral, un medio centro, un pivote, un interior o un mediapunta. Son todas y cada una de las posiciones en las que ha jugado y en las que se podría haber desenvuelto en estas jornadas.
Soluciones de todo tipo
Por ejemplo, en Eibar para ocupar la vacante de Miramón y mantener la defensa de cinco. Ante el Levante, para oxigenar la medular y retener la pelota cuando los granotas asediaron la meta de Riesgo. Ante el Sporting para haber guarecido el equipo tras la roja a Gaku o en Santander para reforzar una retaguardia que se mostró especialmente perdida sin Nyom.
Su presencia ante Las Palmas el sábado se ha mimado con la cautela de una lesión (fisura en una mano) peligrosa si los plazos se acortan de manera irresponsable. Aunque la dolencia de Cissé pueda parecer poco relacionada con el juego, lo cierto es que es sensible. Tanto, que necesitó de operación y un cuidado especial.
Prudencia extrema
¿El motivo? El alto riesgo que existe de que la extremidad quede paralizada en caso de un mal golpe o de nuevo fisura. El peligro es evidente y las opciones de proteger la mano, no suficientemente segura como para salir al verde con tranquilidad. Una férula tampoco garantizaría el riesgo.
Es por ello que, aunque ya desde la semana pasada ha realizado trabajo en el césped, Cissé, el cuerpo médico y el cuerpo técnico de Leganés prefieren ir ya no semana a semana, sino día a día para conocer su fecha de retorno. Con opciones de poder hacerlo ya este sábado, el Leganés le espera con los brazos abiertos como un nuevo motivo de esperanza con el que enderezar el rumbo algo errático de los blanquiazules en las últimas jornadas.