MÁLAGA
Escassi vuelve a dejarse querer
El malagueño asegura que Pellicer le quiere en el proyecto, pero desde el Málaga afirman que no cuenta para la próxima temporada. Su pobre rendimiento y su discutible labor como capitán, los motivos.
Alberto Escassi no ha cerrado aún del todo su periplo en el Málaga. El contrato del paleño expira el 30 de junio y desde el club aseguran que no entra en los planes de futuro de la entidad. Su bajo rendimiento durante muchos tramos de las últimas temporadas y su discutible liderazgo como capitán son los principales motivos que barajan en la planta noble de La Rosaleda para no haber contactado con el jugador. Sin embargo, el futbolista sigue dejándose querer y lanzando mensajes públicos sobre sus ganas de continuar en Martiricos.
Al malagueño no le ha gustado que el Málaga no se haya puesto en contacto con él para comunicarle su decisión. “Me sentó mal que no se me haya dicho anda. Si me dicen ‘Escassi, que no contamos contigo’. Esto es fútbol y sé lo que hay. Porque no gusto futbolísticamente, por cualquier motivo, por lo que sea. Sí eché en falta que se me diga algo. Nadie ha cogido el teléfono para llamarme y decirme esto o aquello. Claro que me gustaría quedarme, pero ya entra dentro del gusto deportivo de los que mandan. Entiendo que a los mejores (Rubén, Lago y Rubén) los quieran y se haya hablado con ellos los primeros. Con el míster sí he hablado, al míster le gustaría que yo siguiera. Tengo una relación muy buena, estuvimos hace dos años juntos y por ambas partes tenemos mucha confianza. Pero la dirección deportiva no se puso en contacto conmigo y no sé nada”, afirmó en SER Deportivos Málaga.
Escassi, a pesar de ese malestar con el club, vuelve a dejarse querer: “Mi futuro lo he dicho públicamente, me encantaría quedarme en Málaga, no se me caen los anillos por quedarme en Primera RFEF. Me encantaría devolver al Málaga al fútbol profesional. Me gustaría, pero es cosas de dos, por parte del club no se han puesto en contacto conmigo. Así es la situación, no es sencilla. Espero que me digan algo, sea para que continúe o no. Si me dicen ‘Escassi, gracias por los tres años y no contamos contigo’. Nos damos un abrazo, soy malaguista hasta que me muera y gracias. Me han llamado desde España y el extranjero, pero saben mi pensamiento. Hasta que el Málaga no me comunique su decisión no decidiré mi futuro”.
Precisamente, también se refirió a su papel como capitán en el vestuario: “Para la gente que me conoce sabe que lo que me importa es dormir tranquilo. Me han podido salir mal o bien las cosas, pero en el campo me he dejado todo, he jugado lesionado, infiltrado, con dolores increíbles, me dejé todo por Málaga y el escudo. ¿Que podía haberlo hecho mejor? Tengo la conciencia tranquila, he dado ejemplo cuidándome, entrenándome cada día. ¿Si he sido mal capitán porque este año no he pegado una paliza a tres compañeros? Pues entonces he sido mal capitán. Mi forma de hacer equipo es cogiendo otro camino, cogiendo y hablando cara a cara, diciendo esto o aquello. ¿Pegarle un cate? ¿Cogerlo del cuello? ¿Darle una paliza? Yo no soy así, porque creo que eso rompe un vestuario. En el día a día entrenando, cuidándome, tengo la conciencia tranquila y lo he hecho como he podido. ¿Lo podía haber hecho mejor? Seguro que sí”.
El último partido de Liga y los episodios vividos tras la finalización de ese duelo contra el Ibiza también generaron muchos comentarios en las horas posteriores. La plantilla no quiso salir al césped cuando un sector de la afición lo requería. Así lo explica Escassi: “Yo como malaguista diría lo mismo. Hemos descendido, demasiado bien se han portado. La afición es una pasada, el recibimiento contra Cartagena, los desplazamientos a Lugo, Ponferrada o Villarreal... Es normal que nos canten mercenarios o que esa camiseta no la merecemos. Demasiado bien se han portado que no nos han esperado a la salida y no hicieron nada. ¿Por qué no salimos? La palabra no creo que sea cobarde. Yo quería salir tras el partido, pero me dicen que no saliéramos, no voy a decir quién. Algunos compañeros no querían salir por la situación y de dentro del club se dijo que mejor que no saliéramos porque estaba todo muy tenso. A algún compañero le dijeron que había intento de invasión de campo. Se decidió no salir. Pienso que en esta situación es todos o ninguno. Yo soy de aquí, me duele, si estoy en la grada me cagaría en todos los jugadores. Pero tampoco es cuestión de salir de rodillas o cortarnos la cabeza. Seguro que hubiera aplacado algo si salimos. Quería dar la cara, ir a rueda de prensa o lo que fuera, hablé en Vitoria y días previos. Quería salir, pero me dijeron que no porque el ambiente estaba caldeado y se podía producir algún incidente. En el centro del campo quería estar más rato pidiendo disculpas y varios compañeros querían meterse para dentro. Quedarnos tres o cuatro me parece algo que no está bien. O lo hacemos todos o nada”.
Sobre la temporada y el descenso, no pone paños calientes: “El fracaso es total. Ninguno hemos estado a la altura, ninguno ha hecho una buena temporada, ha sido lamentable. Si estamos así es porque no se han hecho bien muchísimas cosas, pero los jugadores somos los máximos responsables”. Y tiene muy claro que esté quien esté en la próxima plantilla, no cabe otro objetivo que regresar en un año al fútbol profesional: “Tenemos equipos como el Mallorca que descendieron a Segunda B y ahora están en Primera. Ojalá que ascienda el equipo que viene. Lo más importante es subir, el ascenso debe ser obligatorio. Siempre hablo de los jugadores, en otras parcelas no me gusta meterme”.
El malagueño reconoce que no conoce Primera RFEF. Pero sí ha recabado información de amigos que militan en ella y avisa de la dificultad: “Me dicen que es una categoría muy dura y física. La dirección deportiva tiene que trabajar bien para conocer la categoría y traer buenos jugadores que encajen. Traerse a los mejores de cada posición. El Málaga tiene que ser el candidato número uno a ascender. Ahora sí toca, es una obligación subir, desde mi punto de vista. Es el Málaga, es un fracaso terrible, los que hemos descendido siempre lo llevaremos con nosotros. Tengo la espinita clavada y me gustaría sacármela”.