Enric Gallego rompe su sequía
Casi dos meses después, el delantero volvió a ver puerta y fue determinante para el gran triunfo del Tenerife ante el Albacete. Festejó su quinto gol de la temporada.
Los delanteros viven del gol y cuando pasan los partidos y no ven puerta, es normal que se genere en ellos cierta ansiedad o preocupación. Si Enric Gallego podía estar sintiendo eso, se lo sacó de una tacada contra el Albacete, ante quien anotó el único gol del partido y le dio al Tenerife tres puntos de oro y de paso, rompió su sequía particular, casi dos meses después. “Es una alegría por el trabajo”, resumió.
Es que el ariete no marcaba desde el pasado 8 de diciembre cuando, también de penalti, festejó frente al Deportivo Alavés (2-1) en el Rodríguez López. “No es que me haya quitado un peso de encima, pero es cierto que hace tiempo que no veía puerta. En las dos últimas jornadas me quitaron dos y te jode. No era rabia la celebración, era alegría porque son puntos importantes para el equipo”, relató.
Además de ser el autor del 1-0 fue a quien le cometieron la falta que acabó en penalti. “Waldo saca un centro y yo me adelanto. Me ha dado en el gemelo y me ha derribado”, relató Gallego. “No lo he visto repetido, pero si no lo hubiera pitado creo que se hubiera revisado en el VAR y lo hubieran pitado. Ha servido para sumar”, destacó.
Venía merodeando el gol el ariete en los últimos partidos porque contra el Cartagena y la semana pasada en Santander le anularon dos goles más que dudosos. Se desquitó contra los manchegos para conseguir su quinto gol de la campaña, uno menos que el campeonato pasado a estas alturas (al final terminó con diez).
Sobre el triunfo ante el Alba, que permitió estirar la racha sin derrotas a ocho jornadas ligueras, opinó que “era clave sumar los tres puntos. Estamos en una buena dinámica y se ha visto en el campo cómo trabajo el equipo. Estamos más que contentos con estos puntos que nos dan aire; pero hay que seguir creciendo”, dijo.
Parece que poco a poco el equipo empieza a recuperar la solidez que le caracterizó el año pasado. “Está claro que no empezamos como queríamos, pero hay mucho trabajo detrás y detalles individuales nos han perjudicado”, analizó el catalán. “Llevamos muchas semanas sin perder, el trabajo se ve en el campo y estamos mejorando y sabiendo sufrir en cada partido”.