En Ipurua mandan los empates
Siete de los 14 enfrentamientos entre Eibar y Tenerife acabaron en tablas, pero el último se produjo en 2005 (0-0). El duelo más reciente, lo ganó el local, el pasado mes de mayo.
La mitad de las visitas del Tenerife a Ipurua terminaron en empate, aunque del último han pasado ya más de quince años. Si a esto se le suma que los blanquiazules han sumado en diez de sus 14 visititas oficiales, la esperanza de ver ganar al Tenerife el sábado aumenta. El balance, en definitiva es de tres victorias, siete empates y otras cuatro derrotas.
Eso sí, hace poco más de dos meses que se vieron las caras y en ese caso, fue el Éibar el que terminó ganando por 2-0 con goles de Stoichkov y Chema Rodríguez. Fue en mayo, por la penúltima jornada liguera y los vascos tenían en su mano el ascenso directo, algo que se les esfumó en la última jornada.
En la anterior comparecencia, la victoria fue tinerfeña. Sucedió el 13 de abril de 2014 cuando los de Álvaro Cervera remontaron el tanto inicial de Eneko Bóveda (5′) para vencer gracias a los aciertos de Bruno, de cabeza (52′) y de Aridane Santana que se marcó un golazo por toda la escuadra (73′). Meses después, los armeros conseguirían su histórico ascenso a Primera División.
A este último emparejamiento, los vascos habían ganado los tres duelos anteriores: en septiembre de 2013 en Copa del Rey (1-0), en 2008 por 3-2 y en marzo de ese mismo año por un contundente 4-0 (con tres goles de Goiria y otro de Natxo Insa), siendo esta la primera victoria ante los tinerfeños.
La nómina de empates se reparte en 0-0 (tres veces), 1-1 (dos) y 2-2 (otros dos). La última vez que se repartieron los puntos fue en abril de 2005 al igualar sin goles. Una campaña después se pudo repetir la historia, pero el meta Bernardo atajó un penal a Solabarrieta y permitió a los blanquiazules vencer por la mínima.
El estreno de estos antecedentes tan favorables comenzó en la vieja Tercera División. Transcurría la temporada 70-71 y el cero no de movió en ningún momento. Después de otros dos empates (1-1 y 2-2) llegó la primera alegría en tierras vascas. El 4 de marzo de 2000 un gol de Antonio Pinilla a los cuatro minutos del encuentro, sirvió para que los de Castro Santos se llevaran los tres puntos.