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REAL ZARAGOZA

El Zaragoza de las remontadas

El equipo aragonés ha empezado perdiendo cinco de sus siete amistosos y sólo cayó derrotado en uno de ellos, logrando dos empates y dos victorias.

Zaragoza
El once del Zaragoza en el amistoso frente al Betis: Cristian Álvarez, Jaume, Jair, Azón y Vada en la fila de arriba y Bermejo, Fran Gámez, Narváez, Francés, Chavarría y Manu Molina en la de abajo.
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El Real Zaragoza necesita al menos dos refuerzos que eleven el nivel del ataque, dar salida a varios jugadores y ajustar algunos detalles en la presión, pero de fe y lucha va sobrado. Y los amistosos son la prueba. En cinco de los siete partidos disputados hasta la fecha ha empezado perdiendo y sólo cayó derrotado en uno de ellos, logrando dos empates y dos victorias.

La primera remontada del Zaragoza se produjo frente al Lleida. Larrazábal, Vada, de penalti, y Azón le dieron la vuelta al tanto inicial de Nani. Ya en Tarragona, llegó la segunda reacción del equipo aragonés, que al descanso perdía 3-0. Azón, que se echó el equipo a la espalda, Vada, también desde los once metros, y Puche empataron el encuentro en doce minutos y en los instantes finales Dani Parra evitó la derrota del Nàstic con tres auténticos paradones a Eugeni, Jair y Giuliano.

También empezó perdiendo el Zaragoza contra el Al-Shabab y, en esta ocasión, Jair y Azón le dieron la vuelta al tanto de Cristian Guanca. Era el primer partido de la concentración llevada a cabo en Marbella y en el tercero y último sólo la ausencia del VAR impidió que los aragoneses completaran la remontada contra el Betis después de que Loren pusiera el 2-0 en el minuto 80. Petrovic y Giuliano, que estrenó su cuenta goleadora como zaragocista, empataron el duelo y ya en el descuento el árbitro anuló por fuera de juego un gol legal de Jair.

Y entre medias de estos dos partidos, la única derrota del Zaragoza durante la pretemporada y la única vez que no ha sido capaz de sacar al menos un empate tras empezar perdiendo. Fue ante el Al-Nassr, que llegó a ponerse 0-2, aunque Vada le dio algo de emoción a los instantes finales al recortar distancias a cinco minutos de la conclusión. Sin duda alguna, la excepción que confirma la regla que dice que éste es el Zaragoza de las remontadas.