El último baile como albinegros en el Cartagonova
Gran parte del plantel puede decir adiós a la afición en el choque ante la SD Huesca, incluso el técnico Julián Calero.
Este domingo el FC Cartagena cierra la temporada como local y será un choque especial. Con la salvación matemática, el encuentro ante la SD Huesca apunta a ser la despedida de muchos futbolistas de la que ha sido afición. Y es que gran parte del plantel albinegro finaliza contrato y no estará en el proyecto del próximo ejercicio. También podría ser el último partido de Julián Calero como técnico local en el Cartagonova, pues no está nada clara su continuidad en el banquillo y muchos lo ven más fuera que dentro tras lograr el milagro de la salvación.
El adiós más emotivo será del Mikel Rico, que pondrá fin a dos temporadas en la ciudad portuaria, a la que llegó en el verano de 2022. En este tiempo ha disputado, hasta el momento, 67 encuentros, ha sido una pieza importante en el vestuario y se despedirá jugando ante el equipo desde el que firmó, lo que le da conllevará más emoción todavía para el vasco. En su misma situación se encuentra Kiko Olivas, lastrado por las lesiones en estas dos campañas pero que ha terminado en buena dinámica.
Hay futbolistas en los que la comisión deportiva trabaja para que sigan, aunque con diferentes escenarios. Pedro Alcalá y Alfredo Ortuño son dos ejemplos de jugadores sobre los que se piensa que no debe haber problemas para sellar su renovación, por lo que han dado tanto dentro como fuera del terreno de juego. Se intentará, ya en propiedad, hacerse con los servicios de Darío Poveda y habrá que ver que ocurre con Damián Musto, renovado por partidos pero que dijo que al final de temporada hablaría con el club. Más difícil será conseguir la presencia de Jairo Izquierdo en la 24-25, pues el extremo ha acabado el campeonato a gran nivel y no le faltarán propuestas más ambiciosas a nivel económico y deportivo. Lo mismo podría ocurrir con Raúl Lizoain, suplente hasta enero de Marc Martínez y luego providencial en la salvación.
Los cedidos son varios y dos han aprovechado su estancia en Cartagena para revalorizarse. Son los casos de José Fontán y Tomás Alarcón, que deberán regresar al RC Celta y Cádiz CF respectivamente. Acaban su préstamo también Arnau Solà (UD Almería), Diego Moreno (CA Osasuna) y Arnau Ortiz (Girona FC), sin el éxito de sus compañeros en su paso por el club aunque con protagonismo en ciertos momentos.
Jony Álamo e Iván Ayllón han estado con el primer equipo durante toda la temporada a pesar de pertenecer al filial. Contaron con la confianza de Víctor Sánchez, pero no con la de Julián Calero, que apostó por jugadores más experimentados. Su continuidad está complicada. En cuanto a Tomás Mejías, vino avalado por Calero tras el adiós de Marc Martínez y después de caerse todas las opciones de recambio en el mercado invernal. Ha estado a la sombra de Lizoain y no seguirá.
Aunque tiene contrato, Juan Carlos Real no tiene sitio, salvo sorpresa, en el FC Cartagena de la 2024-25. Fichado para ser un referente del equipo, el mediapunta no ha cumplido con las expectativas y en el tramo decisivo su participación ha sido testimonial. Tiene un salario elevado para el momento económico que vive la entidad y habrá que negociar la rescisión. En el lado opuesto, Iván Calero. Sus dos notables cursos como albinegro le hacen ser uno de los laterales derechos más apetecibles del mercado. Si hay una buena propuesta económica para el club, los dirigentes la estudiarán seguro.
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