El truco del banquillo de Manolo González, un entrenador con oficio
Ante el Tenerife, el técnico del Espanyol cambió por primera vez el orden de las bandas en Cornellà-El Prat, como ya había hecho en la Dani Jarque con el filial perico, y explicó el porqué.
No pasó inadvertida la imagen, pues son ya tres lustros los que se cumplirán este año desde la inauguración de Cornellà-El Prat como el estadio donde el Espanyol disputa sus partidos de local, y por ello en la comparecencia posterior al choque contra el Tenerife (1-1) se le preguntó al respecto. Manolo González, que se estrenaba como técnico en el coliseo perico, decidió que por primera vez el banquillo del Espanyol no fuera el situado en la derecha, sino el de la izquierda.
“Soy rarito”, bromeó González cuando se le cuestionó por ello en la conferencia de prensa post-partido. Y acto seguido desveló las razones que le llevaron a solicitar al club tal cambio, tan anecdótico como, en el fondo, histórico: “Es un tema para estar un poco más alejado del línier, más tranquilo porque si estás cerca de los árbitros cualquier protesta se ve antes”. En efecto, y como sucede en cualquier terreno de juego, uno de los asistentes arbitrales corre siempre por delante del banquillo situado a la derecha del centro del campo. Y eso es lo que el entrenador quiere evitar.
No en vano, este mismo movimiento ya lo aplicó a su llegada a inicios de esta misma temporada al Espanyol B, en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, donde también prefiere sentarse lo más lejos posible de los asistentes. Una práctica curiosa que contrasta con la de otros preparadores, de la vieja escuela, que sienten la atracción contraria: acercarse al colectivo arbitral para tratar de influirles en sus decisiones o irles regalando los oídos.
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