El tropiezo en Elda marcó un punto de inflexión
Aquel primer traspié ante el Eldense marcó un antes y un después en la temporada... y en la relación con la grada
Algo cambió tras la derrota ante el Eldense. Los rojiblancos, después de una victoria y dos empates, llegaron al Nuevo Pepico Amat con una racha invicta y como el contendiente número uno de LaLiga Hypermotion. El favoritismo de un recién ascendido que había mantenido prácticamente su plantilla de Primera División, con algunos de los mejores futbolistas de la categoría, planteó en la previa una lucha muy desigual. Un David contra Goliat en el que el equipo de casa superó a los almerienses en el primer revés de los indálicos en el curso.
Tras de aquel tropiezo, el equipo de Rubi sumó una sola victoria en los siguientes cinco compromisos ligueros con tres derrotas y un empate. La caída más dolorosa se produjo, precisamente, solo una semana después de perder en Elda. El Castellón asaltó el feudo indálico y goleó en lo que fue la bienvenida definitiva de la UDA a Segunda División. Esa fue la única ocasión en la que los unionistas cayeron como local, pero fue el inicio para que el cuerpo técnico diagnosticase un análisis general de un paciente en estado crítico.
La resurrección no fue de un día para otro, pero se consiguió lo más importante en aquel momento a partir del mes de octubre: salir de los puestos de descenso que ocupaba el equipo. la remontada fue tan espectacular que se cerró la primera vuelta en la primera posición, pero en esta segunda parte de la temporada se ha vuelto a producir una caída que ha dejado al plantel almeriense peleando por el playoff de ascenso.
Más allá del rendimiento deportivo, lo que cambió significativamente a partir de la derrota contra el Eldense es un alejamiento paulatino con la afición en los desplazamientos fuera de casa. En el Nuevo Pepico Amat, varios jugadores intercambiaron palabras con algunos de los seguidores que se encontraban en el fondo del estadio del Eldense. Esa imagen, muestra del malestar de la parroquia rojiblanca por lo que había presenciado sobre el terreno de juego, fue un antes y un después. En todo el curso, los futbolistas se han mantenido más distantes, a pesar de la oportunidad de celebrar junto con los hinchas de la UDA algunas victorias como en Cartagena o dar explicaciones como sucedió en Albacete.
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Es una de las quejas más destacadas de la afición rojiblanca, que volverá al estadio solo cinco días después de la victoria ante el Racing Club de Ferrol. Con una racha de cuatro victorias consecutivas, el objetivo ahora para los indálicos será sumar la quinta para asaltar los puestos de promoción de ascenso. El ambiente en las gradas, que dista mucho de lo que se vive en otros estadios por la desconexión entre el público y los jugadores, es uno de los puntos débiles del equipo para esta recta final, a pesar de los buenos resultados en los Juegos Mediterráneos.
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